La Nación
En la lupa 1 20 abril, 2024
COLUMNISTAS

En la lupa

Entre las muchas manifestaciones de violencia escolar el matoneo es uno de las más frecuentes. Asedio, intimidación, persecución, amenazas, insultos, burlas, degradación y otras tantas actitudes similares relacionadas con tan devastador  flagelo que hoy por hoy se constituye en uno de los más graves problemas que enfrenta nuestra sociedad.  

El bullying también conocido como matoneo hace referencia a los maltratos físicos y psicológicos a los que de manera reiterada e intencional se ve expuesto un niño, niña o joven por parte de otro u otros pares vinculados a una institución educativa con demoledoras repercusiones ante el menoscabo de la personalidad de su víctima.

De acuerdo con un reciente estudio publicado por la Universidad Javeriana relacionado con la problemática de acoso escolar que sufren nuestros educandos en contraste con otros jóvenes de países de américa latina, Colombia ocupa el segundo lugar con mayor exposición al  matoneo,  fenómeno que impacta de manera ostensible las habilidades socioemocionales y capacidades de relacionamiento de tan sensible franja poblacional.

De cara a tan preocupante escenario se suman las recientes y escalofriantes conductas de agresión al interior de planteles educativos de diversas ciudades del país, donde las riñas y  enfrentamientos entre estudiantes no tienen límite y como si no fuera suficiente la batalla continúa a la salida del establecimiento mientras otros alumnos alientan a los agresores en señal de aprobación.

Y cómo dejar de lado las alertas por presunto acoso y violencia sexual al interior de los entornos escolares. Así lo confirmó ante un medio de comunicación Edna Bonilla, Secretaria de Educación de Bogotá: «hemos recibido este año 659 alertas en nuestro sistema de las cuales varias involucran a docentes de las instituciones».

Ante este complejo  y desalentador panorama resulta imperioso poner en marcha un plan de contingencia que permita garantizar una respuesta adecuada y oportuna desde el marco de la responsabilidad compartida que nos asiste como miembros de una sociedad, pero en particular desde el trabajo conjunto a partir del binomio familia- escuela que permita encontrar soluciones eficaces y llevar a buen puerto una problemática que de una u otra manera nos afecta a todos.