Ha hablado con LA NACIÓN el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, Manuel Felipe Gutiérrez, sobre el futuro próximo de la concesión vial Neiva-Mocoa-Santana, un tema que se convirtió en el ‘dolor de cabeza’ de los huilenses desde el mismo momento en que la firma Aliadas para el Progreso empezó a incumplir con las obras pactadas.
Y ha dicho, entre otras cosas, que el consorcio chino CCA sí está interesado en ese contrato: “Su cabeza en América Latina nos lo manifestó en una comunicación que nos envió el 30 de julio. A mí me lo ha manifestado en diversas reuniones. Sí están interesados en el proyecto. Bajo ese entendido, hemos venido trabajando con ellos para lograr la cesión del contrato. En caso de no lograrse la cesión, naturalmente, debemos adoptar la decisión correspondiente, que es la caducidad del contrato. Eso es lo que queremos evitar y por eso, estamos trabajando en este proceso”.
Está más que claro, por un lado, que por cuenta de Aliadas para el Progreso, el Huila perdió todos estos años una valiosa oportunidad para la modernización de su infraestructura vial y ponerse a la altura de otras regiones del país en donde las vías de cuarta generación son una realidad hace rato. La doble calzada entre Neiva y Campoalegre y la solución a problemas viales como el paso por Pericongo, quedaron en pausa por los incumplimientos de Aliadas. Pero por el otro, no se pueden desconocer los esfuerzos que este Gobierno ha venido haciendo para evitar la caducidad del contrato de concesión, que en plata blanca, significaría un embrollo jurídico con momento de inicio pero sin fecha de terminación.
Por fortuna, está la manifestación de interés del consorcio chino por asumir la concesión. Ojalá, el Gobierno Nacional pueda cerrar cuanto antes el negocio para bien de los huilenses.