Desde los medios de comunicación se informó que en la celebración de los 100 años del periódico El Colombiano de Medellín, la dirigencia de Antioquia le tenían toda una encerrona al Presidente Santos, a quien le exigen, entre otras cosas, un compromiso mayor con las autopistas de la montaña. WILLIAM ALVIS PINZON
Desde los medios de comunicación se informó que en la celebración de los 100 años del periódico El Colombiano de Medellín, la dirigencia de Antioquia le tenían toda una encerrona al Presidente Santos, a quien le exigen, entre otras cosas, un compromiso mayor con las autopistas de la montaña. Pues bien, como quiera que el resto del país subsiste prácticamente en la incomunicación vial, conviene llamar la atención sobre el ambicioso proyecto de las autopistas de la montaña, diseñado para dejar a la ciudad de Medellín y al Departamento de Antioquia comunicado con vías de dobles calzadas en sus cuatro puntos cardinales (ver mapa por Google): en el noroccidente con el Urabá; en el norte con la Costa Atlántica; en el oriente con el Magdalena Medio y por el sur con el Eje Cafetero. El proyecto contempla 780 kilómetros de carretera, 571 puentes que suman aproximadamente 51 km, 114 túneles cortos de 37 km de longitud, 8 túneles largos que suman 32 km de longitud que requerirán una inversión de 15.6 billones de pesos a la fecha de hoy. Para el desarrollo del proyecto, sin licitación alguna, se procedió a suscribir un convenio interistitucional con ISA, una empresa publica de energía sin experiencia en construcción de carreteras pero bajo el control de los paisas, lo que originó que desde la Procuraduría en un estudio preliminar se cuestionara –como es apenas lógico- la legalidad de la adjudicación; y quién dijo miedo, enseguida saltó la bancada parlamentaria paisa a protestarle al Procurador General de la Nación, quien necesita de votos para su reelección. Financieramente, Medellín y el Departamento de Antioquia están aportando un billón de pesos, y los restantes 14,6 billones tendrán que salir de ISA (contratista concesionario) y del Gobierno Nacional, quien no solo debe tener compromisos y obligaciones con los paisas. Por tal razón, quiero prender las alarmas de nuestra dirigencia política para que no dejen comprometer excesivamente al Presidente con una sola de las regiones del país, tal vez incluso y ni siquiera, una de las mas necesitadas. Esta bien que en Antioquia sean regionalistas, y que el gobierno anterior los haya dejado mal acostumbrados con fuertes inversiones de recursos nacionales, pero es que la equidad y el desarrollo armónico de la Nación exige una especial acción del Estado en las regiones más abandonadas. Por ejemplo nuestro Departamento del Huila incomunicado con la costa pacifica colombiana; o el Chocó y Nariño que lo están del país. Hay que rodear a Santos para que no lo encierren los paisas. Nota: Así como dicen que “es mejor ser rico que ser pobre”, es mejor que las Farc no secuestren.