Poco quedaba de la flagrante figura y talento del maestro Álvaro Villalba, marchitado hace más de 10 años por una isquemia cerebral transitoria. Llegó hasta los 89 años de edad sin una pensión y con varios procesos ante la justicia pidiendo que se le garantizara atención médica.
Ayer en horas de la mañana se apagó la luz del ser del maestro tolimense Álvaro Villalba, integrante del muy recordado dueto Silva y Villalba; su compañero de escenario, Rodrigo Silva, falleció en enero del 2018. El dueto de música andina no pudo hacer realidad el deseo de realizar una última gira nacional.
Durante el día de hoy se estarán llevando a cabo actos culturales en homenaje al maestro, que estará en capilla ardiente en Ibagué. Extraoficialmente se conoció que el sepelio sería mañana.
Álvaro Villalba, por su parte, pasó sus últimos años en medio del olvido de una fama que alguna vez lo hizo volar tan alto, pero que lo golpeó con la dura realidad de muchos colombianos: no logró pensionarse y sus quebrantos de salud tuvo que remitirlos a la justicia para que así se le atendiera.
Sumido en lo poco que le quedaría de sus recuerdos, el maestro iniciaba y terminaba su día luchando por tener el control de su cuerpo, mismo que el parkinson le había robado hace años. También era hipertenso. Pero además, hace más de una década que sufrió una isquemia cerebral transitoria, y desde entonces se alejó de los escenarios por varios períodos. Los conocidos también dejaron de frecuentarlo.
José Miller Trujillo, compositor del Huila, lo recuerda como alguien sencillo y humilde, no se le notaba un tono de soberbia y poco conflictivo. En una oportunidad en que se vieron “Álvaro no me reconoció, no reconocía a la gente”, dijo.
“Yo no tuve corazón para volver a mirar a Álvaro, él no estaba grave de salud, pero la isquemia cerebral cuando no mata a las personas, las deja inválidas y así no esté grave, ya no es lo mismo”, agregó.
De joven, con su energía y vigor, Álvaro Villalba siempre se inclinó más por los bambucos fiesteros, pero su vida nunca fue la misma después de la isquemia que le impidió tocar su guitarra como estaba acostumbrado desde muy niño.
Nació el 21 de octubre de 1931 en el Espinal, Tolima, y falleció en Ibagué capital de dicho departamento ayer 17 de junio.
