Germán Palomo García
La prensa internacional informó el pasado lunes que Rusia incumplió sus pagos a los prestamistas internacionales, lo que nunca había ocurrido en época reciente. Desde luego, la causa principal de este no pago ha sido el conflicto con Ucrania que la misma Rusia provocó y que, como toda guerra, tiene un altísimo costo económico. Sin embargo, hay otras causales que son producidas por las sanciones que las naciones europeas, algunas asiáticas, Estados Unidos y los mecanismos financieros internacionales han aplicado a la decisión de Putin de invadir un país que, aunque no es miembro de la OTAN es europeo y estaba en trámite para vincularse a esta organización, causal, entre otras, de la invasión rusa a Ucrania pues esta no acepta un vecino hostil aplicando la misma teoría de Estados Unidos en la recordada crisis de los misiles en la década de los sesenta entre Rusia y Los Estados Unidos. Una de estas sanciones tiene que ver con la suspensión de las compras de gas y petróleo a la economía dirigida por Vladimir Putin la cual afecta indudablemente a todos, pero mayoritariamente a Europa. La respuesta de Rusia ha sido la de exigir el pago de sus productos en rublos, su propia moneda, la cual nunca ha sido de aceptación universal, ni siquiera cuando se negociaba entre los países socialistas a través del CAME, Consejo de Ayuda Mutua Económica, que utilizaban una unidad de cuenta (no de pago), el dólar clearing para establecer los saldos entre países en la década de los ochenta hasta la caída del muro de Berlín. Como pasa con todos los países, las divisas se obtienen por las exportaciones para poder realizar las importaciones de los bienes que no se producen localmente. De ahí que se reconozca que el fin del comercio exterior sean las importaciones de lo que no se tiene gracias a la divisa de aceptación internacional, hoy el dólar. Como en esa época, Rusia no exportaba lo suficiente para tener dólares, enviaba rublos al mercado internacional (Zúrich y Viena eran los mayores sitios de adquisición de estos). Algo similar tendría que hacer Rusia hoy lo cual, por el bloqueo internacional, le resultará muy difícil; o echar para atrás la decisión y aceptar dólares o euros o bitcoins. Un mes tiene Rusia de plazo para ponerse al día o le saldrá más caro. Mientras, la inflación mundial sigue estimulada por este conflicto.
P.D. Una feliz semana mayor les deseo a mis lectores esperando que sea de gran recogimiento y pensando siempre que todo será mejor para todos.