La Nación
Es el momento de las verdaderas alianzas 1 24 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Es el momento de las verdaderas alianzas

Antonio Roveda H.
Rector de la FET

Los modelos de cooperación entre las empresas, el Estado y las universidades cuentan con ya varias décadas de resultados exitosos en algunos lugares mundo. La articulación entre el sector privado y la academia para adelantar proyectos conjuntos en las áreas de biotecnología, ingeniería aplicada, diseño automotriz, modelos financieros, salud, nuevas aplicaciones informáticas o capacitación de alto nivel han generado excelentes resultados, especialmente en Corea del Sur, Japón, la India y algunos países europeos.

Las alianzas entre los Estados nacionales, el sector productivo y la academia son, sin duda, la mejor fórmula para “reconstruir” el planeta y sus territorios que, como todos sabemos bien, están siendo duramente golpeados en todas las esferas de la sociedad. La reactivación económica, el fortalecimiento de la industria, la recuperación de la producción y el aumento del consumo local y mundial no se puede hacer de manera aislada ni desarticulada. Reconstruir el tejido social y empresarial es una labor que nos corresponde a todos y de forma conjunta y articulada. Está comprobado que solos no podemos hacer todo el trabajo y ni podremos resignificar la “idea de desarrollo”.

Por lo tanto, es el momento de construir verdaderas y exitosas alianzas para la consolidación del triángulo – universidad-empresa-estado – a fin de promover realmente la investigación, el desarrollo y la innovación en las apuestas productivas del departamento y, especialmente, en la generación de nuevos y ricos sectores de la economía que pueden potenciar la transformación, el empleo, el cambio social y económico del Huila.

Sin embargo, esta importante labor de articulación demanda de un verdadero compromiso y transformación de sus actores: por un lado, el Estado deberá reconducir sus esfuerzos, políticas y presupuestos nacionales y departamentales a fin de reconocer la importancia de la I+D+i, como una verdadera estrategia de fortalecimiento y crecimiento de la productividad. Supone, también, que el Estado deberá potenciar las nacientes unidades de innovación y emprendimiento surgidas desde la academia local. Las empresas, por su parte, deberán ser plenamente consciente que la inversión en investigación e innovación es el mejor camino para construir una cultura de la calidad, del cambio y de la mejora continua de sus servicios y productos. Y, finalmente, y no menos importante, la universidad deberá asumir el énfasis en su tercera misión: la formación en innovación, emprendimiento y gestión. Estos actores, sumando a la sociedad civil, deberán comprometerse con las iniciativas de innovación y emprendimiento para hacer del Huila el “mejor lugar para vivir”.