¡Escuchémonos…!

Por: Consuelo Serrato de Plazas

En palabras del Rey Salomón: «La mejor victoria es aquella en la que ganan todos». Los estilos comunicativos se constituyen en mecanismos indispensables a la hora de compartir información con otros, en la medida que  posibilitan el fortalecimiento de relaciones interpersonales y generan habilidades de resolución de conflictos. Infortunadamente y como alguien lo expresara: «Nuestro peor problema de comunicación es que no escuchamos para entender. Escuchamos para contestar».

En momentos de convulsión social como los que enfrenta nuestro país, se torna inaplazable convenir soluciones negociadas y mecanismos de entendimiento entre las partes implicadas, que conlleven a forjar consensos sostenibles en el tiempo, pues como atinadamente lo expresara el escritor español Eduard Punset: «Hasta las bacterias funcionan por consenso, o no funcionan».

Desde ese contexto, se requiere de una atmósfera de comunicación propicia al diálogo, que incorpore parámetros verbales y actitudinales, inspirada en una relación de confianza, sinceridad e igualdad y no de poder, donde las partes implicadas se sientan libres de poner sobre la mesa sus sentires y saberes, partiendo de una interacción armónica y respetuosa, en la búsqueda por encontrar soluciones que se ajusten a las demandas de las partes.

Sin embargo, tal y como lo han puesto de manifiesto diversos estudios: «Dejar claro que el diálogo no es la meta en sí mismo sino más bien un medio para alcanzar la meta», evitando a todas luces caer en la  «fatiga del diálogo» que  solo conduce a la ambigüedad e indefinición y provoca sensación de incertidumbre e insatisfacción. Por consiguiente, el diálogo implicaría «ir más allá del por demás natural egoísmo de los comunicantes, para entrar en la construcción de un terreno común, en que se respeten de alguna manera los intereses de ambos, de modo que debe existir una cierta benevolencia (buena voluntad) de los sujetos».

Para nadie es un secreto que atravesamos  momentos de confusión e incertidumbre, pero como bien lo dijera Mahatma Gandhi: «Cuando hay una tormenta los pajaritos se esconden, pero las águilas vuelan más alto» y así, como las águilas, somos los colombianos, siempre encontramos una salida y esta vez no será la excepción.

Feliz cumpleaños

La gestora social del municipio de Yaguará, Huila, Claudia Torrejano, festejó su cumpleaños. Las atenciones para la cumpleañera fueron...

Festejando un año más de vida

Familia y amigos celebran un año más de vida del cumpleañero Kenneth Eduardo López González en un prestigioso restaurante...

Tarde de cocina

El Club Las Damas Rotarias Neiva Las Ceibas disfrutó de una increíble tarde de cocina junto a Fishpid, explorando...

Síguenos en:

Artículo Relacionado

De pacientes a víctimas

Una noticia que causó escozor en el Huila, con razón, informaba sobre la posible decisión de una unidad...

Un llamado a la reactivación de nuestras empresas

El informe “Estimación del potencial de comerciantes” de la Cámara de Comercio es un llamado de alerta que...

La situación de seguridad en Colombia

Los problemas de seguridad no surgen de forma milagrosa en ningún país o ciudad. Generalmente, se acompañan de...

Nuestra realidad empresarial (el gran reto) (Parte 1)

De acuerdo con el reciente informe de la Cámara de Comercio del Huila sobre el comportamiento del tejido...