Si fuera Luis Enrique Dussán le pondría cuidado a Orlando Ibagón, un diputado curtido, de su propia casa política, quien se conoce más el Huila que él y quien adelantó un debate de quilates esta semana donde confesó que está decepcionado de haber apoyado la campaña del hoy gobernador. “La gente está desanimada, no cree en este gobierno, siento pena ajena porque es un gobierno que yo voté, que apoyé y hay muchos que estamos defraudados”, dijo. Ibagón es villalbista y sabe del daño político que puede hacerle a su jefe Rodrigo Villalba, hoy con el deseo de cerrar su carrera política en una campaña por la gobernación en el 2023. Pero más allá de eso le inquieta que después de tres años, el gobernador Dussán no termine de ejecutar obras de placa huella y cementación en 11 centros poblados de varios municipios del Huila que tienen los recursos asegurados, según él. Los dejó contratados Carlos Julio González, pero las obras no se cristalizan. Quizás tengan enredos, pero no es excusa para que el equipo de asesores no destraben y avancen. Al fin y al cabo, las placas huellas no son del exgobernador González, ni de Luis Enrique Dussán ni de su sucesor. Son del Huila y unas comunidades que las merecen porque caminan por trochas en pleno invierno. Ojalá sean asuntos jurídicos y no el deseo político de no culminarlas para no exhibir logros del gobierno pasado y más cuando la casa González Villa no descarta sus aspiraciones a la gobernación y ser la competencia del exsenador Villalba. Si es así- ojalá me equivoque- pierden los pobladores de los 11 municipios que no deberían estar trenzados entre los intereses políticos del nuevo año. Incluso, el propio gobernador porque su responsabilidad fiscal se extiende a terminar lo iniciado porque el gobierno es uno solo.
Si los asesores del gobernador no han logrado terminar unas obras que están financiadas, según Ibagón, no quiero imaginar cómo avanzan las propias que Dussán le dejará al Huila cuando el actual gobierno departamental concluya su poder en diciembre de 2023.
Nota uno: Dicho y hecho. El Huila le vale huevo al gobierno de Gustavo Petro. En Comfamiliar, el nuevo director lo impuso Bogotá. Pertenece al Partido Mais, que integra el Pacto Histórico. Si con Iván Duque, la región pasó aceite, prepárense para un verano de cuatro años. El nuevo gerente es de Girón, Santander. A los congresistas opitas ni les consultaron.
Nota dos: Le están sacando ganas a Hernán Andrade Serrano para aspirar a la Gobernación del Huila, pero no decide. Este domingo, después de meses de no asistencia a eventos públicos y masivos, se le vio en un acto del gobierno nacional en el sur del Huila. Allí se encontró con Rodrigo Villalba, otro de los competidores por el Palacio del Mosaico.
Nota tres: en el Palacio de Nariño ya tienen el nombre del nuevo gerente de la Electrificadora del Huila. Aunque pasará por una empresa cazatalentos, todo parece armado para fijar sus ojos en él. La próxima semana cuento detalles.