El respaldo general a los protagonistas del justo paro nacional, evidencia el nivel de insatisfacción colectiva, con los pésimos e irresponsables gobiernos colombianos.
La concentración de la riqueza, la entrega de la soberanía nacional, al capital nacional e internacional, la politiquería, el clientelismo y la corrupción generalizada, son responsables de la endémica pobreza, miseria, desplazamiento, inseguridad e inequidad nacional.
No hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír. Es lo que le ocurre a los usufructuarios del poder político y económico. No quieren entender el problema, ni respetar los derechos de las mayorías.
La protesta del sector agropecuario, de bajos ingresos, permite lecturas y análisis, de las causas de la crisis y de la permanente irresponsabilidad política, de todos los gobiernos, hasta hoy.
La pequeña y mediana agricultura y ganadería, es rescatable, mediante un proceso que demanda tiempo y recursos económicos, tecnológicos y científicos. Bajo las condiciones actuales, debe proveerlos el estado. Pero el gobierno, en el presupuesto del 2.014, redujo, en más del 40%, la apropiación para el sector. Al alto gobierno, le importa un bledo el sector agropecuario, pequeño y mediano. Con los grandes es otra cosa. Se probó con la piñata del Agro Ingreso Seguro (AIS) del nefato Uribe. Con las negociaciones de los TLC. Hubo suficientes argumentos sobre lo que ocurriría en el sector agropecuario. Y apenas se comienzan a sentir los efectos.
La vía fácil, para un gobierno irresponsable, es ofrecer subsidios. Se cuidan de no afectar las gabelas concedidas a los grandes capitalistas nacionales e internacionales y no desacatar lo ordenado por el imperialismo económico global.
¿Por qué los escandalosos precios de los combustibles e insumos agropecuarios? Obedecen a órdenes recibidas del imperio global. Consenso de Washington y Libre Mercado.
¿Por qué las cuantiosas deducciones y exenciones garantizadas al sector minero-energético? Porque, así lo exigen e impone el gobierno del capital trasnacional, BM y FMI. Por esta causa, el erario nacional, deja de recaudar más de $12 billones anuales.
El presupuesto es cada vez, más deficitario y la deuda social mayor. Del presupuesto del 2.014: $40 billones para pensiones. $90 billones para servicio de la deuda externa e interna. $30 billones para seguridad. $26 billones para transferencias. $22 billones para funcionamiento $32 para salud, $4.6” familias en acción. Con la reforma tributaria se hecho a cuestas $12 billones de parafiscales (Icbf y Sena). ¿Inversión en infraestructura? Y faltan diversas partidas menores. ¿Cuánto para la corrupción? ¿$30 billones?
El gasto supera los $300 billones. El presupuesto/2.014 es de $200 billones. Los ingresos directos en 2.012 no alcanzaron los $100 billones. Ya no hay que vender. Solo Isagen y Ecopetrol. Queda el endeudamiento. ¿Para el sector agropecuario? Paños de agua tibia.
Son aristas de un estado fallido. ¿Y el Congreso? Hay que sustituirlo.