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‘Estamos tratando de deselitizar el periodismo’: Pirry 1 29 marzo, 2024
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‘Estamos tratando de deselitizar el periodismo’: Pirry

‘Estamos tratando de deselitizar el periodismo’: Pirry 7 29 marzo, 2024
Guillermo Prieto La Rotta en su paso por Neiva

Pirry, de los periodistas más polémicos por su irreverente manera de contar las historias, de presentar un informe en cada una de las investigaciones, dirigió ayer en Neiva la conferencia ‘Felicidad y Miedos, un Vistazo a la Conciencia’.

Guillermo Prieto La Rotta, es conocido por el programa ‘Especiales Pirry’ del Canal RCN, el cual conduce y dirige, presentando entrevistas a personajes famosos y polémicos, y sus reportajes alrededor del mundo. El periodista habló con LA NACIÓN del éxito de sus programas y cómo ha logrado esa confianza en la audiencia colombiana.

¿Cómo logró ganar esa credibilidad y reconocimiento?

La credibilidad nos la hemos ganado por dos razones. La primera, porque hablamos en un tono un poco más formal, familiar, tratando de deselitizar el periodismo. A veces, a menos que sea de crónica roja o sensacionalista, cuando se trata de hablar de política o temas afines, es muy elitista. Es muy difícil de entender para el público normal. Cuando digo público normal, hablo de personajes como mi mamá, que necesitan que le hablen en palabras más fáciles.

Por otro lado, el trabajo habla por uno mismo. Cuando uno hace determinado tipo de denuncia o emite determinado tipo de opiniones, que muchas veces a la gente inclusive no le gusta, después en el desarrollo de la noticia se dan cuenta que fue un informe honesto. Esto hace que la gente crea en uno. Ese juicio y honestidad nos ha dado esa confianza y credibilidad.

Sabemos que el ejercicio del periodismo en Colombia es una dura labor ¿Cómo fue lograr ese reconocimiento? ¿Qué ha sido lo más difícil?

El periodismo tiene sus alegrías y estreses todos los días. Ha habido muchos momentos difíciles. El primer informe sobre Cartagena, donde quedaban muy mal parados el alcalde de esta ciudad y la clase política. Entre un oficial de la Policía y el alcalde intentaron chantajear a nuestras fuentes y presionarlas para que cambiaran sus testimonios. Amenazaron a un pandillero, que salía en las tomas con un arma por arrestarlo por porte ilegal de armas. A la joven prostituta que habíamos entrevistado, la amenazaron con quitarle la hija.

Hicieron todo un plan para que llegaran por accidente a una rueda de prensa que tenía la Policía y que pareciera que eran ellos mismos los que iban a buscar a los periodistas a denunciarnos. Cuando llega esa noticia y veo a los personajes hablando en televisión, en el noticiero diciendo: “A nosotros nos pagaron”, fue un momento muy difícil, porque era la primera vez que me difamaban para tratar de dañar una historia nuestra.

Ahí pensé en dos cosas: ¿Cómo así, por qué están diciendo eso? Y lo otro, me preocupaban mucho las fuentes. Afortunadamente el montaje fue tan mal hecho que al final la verdad salió a flote. El alcalde terminó en la cárcel por otras denuncias. En su momento fue algo complicado, pero salió bien.

Cuando hice el informe de Garavito, El Tiempo me dedicó un editorial diciendo que yo me estaba aprovechando para obtener rating y que el informe estaba mal hecho. Un país de sabios, y uno salió a decir que se iba a llenar Colombia de psicópatas porque los iban a sacar en televisión. De todas maneras, este medio nos dio la razón, fue un programa que sacó 15 puntos de rating, no era un programa hecho para ese rating. Garavito sigue en la cárcel gracias a ese programa y fuimos nominados al premio Emmy, el premio de televisión más importante del mundo por ese documental.

Ahora tengo un nicho de personas atacándome constantemente en las redes sociales por el informe que hicimos del caso Colmenares, donde simplemente no tragamos entero y decimos que las cosas no están claras. No decimos quien es culpable y quien es inocente, y sólo exponemos que eso no está claro. El caso es de mucho apasionamiento y del cual nos han llovido injurias, calumnias, desde que nos pagaron hasta lo que se lleguen a imaginar, yo solo espero que la verdad salga a flote.

A través de sus programas ha hablado de casos muy polémicos que tocan y hieren susceptibilidades ¿Cómo logra esa objetividad a través del periodismo que usted ejerce?

Hay que hacer la tarea, yo no pasé por la academia pero he aprendido en la práctica con grandes maestros que he conocido en noticieros, a ser riguroso, ser honesto y hacer la tarea. Hablar con las dos partes, corroborar siempre lo que se dice. Cuidarse de afirmar algo si no estás seguro y no dejarse llevar por los sentimientos. Uno tiene que apasionarse por su trabajo, pero uno no puede por más que el personaje caiga bien o mal, o saber que es una persona culpable en el caso que se esté investigando, dejar inclinar la opinión hacia lo que no es, si no está probado el asunto.

Es un ejercicio que se tiene que hacer constantemente. Hace poco nos pasó, fuimos uno de los medios que le hizo un programa al doctor Cuero y ahora han salido otros científicos a desmentir unas palabras que el doctor Cuero dice. Lo que pienso con este caso es que él infló un poco los resultados de sus estudios y yo tengo que admitir que nosotros hablamos de un premio que él se ganó, pero no corroboramos qué tipo de premio era. Al creer que estás entrevistando a un científico y no un paramilitar, se cree tener la verdad absoluta y no. Así sea el papa el que le está diciendo algo a uno, nunca olvidarse que hay que ir a corroborar absolutamente todo.

Debido al grado de complejidad de los temas que ha manejado ¿Cómo se ha enfrentado a la censura?

En cuanto a la censura. Hay muchas, hay autocensuras, de que te amenacen y te hagan callar y de que tus jefes te pidan que no publiques algo. En mi caso, aunque suene increíble, a mí no me han dicho hasta el día de hoy que no puedo decir algo. He tenido discusiones fuertes con el presidente del canal por temas en los que no estamos de acuerdo, pero siempre después de que el programa ha sido emitido. A mí nunca me han pedido ver el programa antes de que salga al aire.

Hubo una época en el que las amenazas a la prensa eran más frecuentes, se asesinaban más periodistas. En las provincias sigue siendo muy difícil el trabajo para el periodista, porque está al lado del grupo ilegal, de la bacrim, al lado del corrupto y este es amigo del fiscal del pueblo. Lo callan a las buenas o a las malas. He contado historias de periodistas que han tenido que salir del país, los que han asesinado. En Bogotá es distinto, no me han podido censurar, si a mí me dicen que me calle, yo soy el primero que voy a decir “miren, me están callando”. A veces le temo a algunos temas, pero no intentamos caer en la autocensura, hay que hacer la tarea.

Está muy de moda que los políticos intentan amedrentarlo a uno políticamente. La demanda, la acción de tutela, recursos legales para asustarlo, pero así tampoco han podido frenar un programa.

¿Existe un caso particular del que no haya podido hablar?

Hasta el momento no, de lo que hemos querido hablar se ha podido, es complicado, por ejemplo ahora con el aumento de las primas de los congresistas. Hemos intentado hablar con ellos pero no siempre hay una negativa a responder: “No estoy”, “no puedo”, son sus respuestas. Simplemente se niegan a hablar.

¿A qué se debió el cambio del programa de ‘El Mundo según Pirry’ a ‘Especiales Pirry’?

‘El mundo según Pirry’ me divertía más, conocía mucho pero cada vez que en ese programa tocaba algunos temas notaba unas reacciones interesantes en la gente. Y un día pensé si me dieran un programa en horario prime a las 8:00 p.m., hay que cambiarle el perfil a esto. Hay que hablar de la realidad del país. Sentí una responsabilidad. Si me dan ese horario cambio la temática y dedico a la denuncia. Todo dependía de que Garavito me diera la entrevista y después de dos años buscándolo, me dio la entrevista. Se dio la coyuntura y asimismo el cambio.

¿Cómo se construyó ese periodismo de denuncia en esta segunda fase del programa?

Ver lo que pasa en el país fue la mayor preocupación. Yo me limitada a hacer editoriales al principio o al final de cada programa. El tema de Garavito llegó a nosotros porque la preocupación era que él iba a quedar libre, y lo que sentimos con todo mi equipo fue ese descontento con la noticia. Había que hacer algo, decir algo. Y lo hicimos. Con el plus de que nuestro lenguaje siempre ha sido el de la crónica, yo no puedo contar eso como noticia, sino como reportaje, construyéndose de esa manera y así sucede con todas las historias.

¿Por qué ‘Pirry’?

Por enano, siempre fui el más bajito del colegio y la expresión “una victoria pírrica” viene de un general Cartaginés en el Mediterráneo, norte de África, que se enfrentaba con los romanos al otro lado del Mediterráneo. En una batalla logró expulsarlos pero él perdió mucho más de lo que ganó. De ahí viene esa expresión. Es como cuando ya han clasificado todos los equipos al Mundial y un equipo desclasificado le gana al otro. ¿Ya para qué? Queriendo decir una victoria insignificante.

Cuando nos contaron esa historia en el colegio, a mí me decían ‘Chirrimplis’ por lo bajito y un amigo dijo ‘Chirrimplis’ es pírrico, y me quedé ‘Pirry’.

¿Ahora como conferencista, cómo surge esta faceta?

Los estudiantes de la Corporación Universitaria del Huila (Corhuila) tienen un proyecto con los estudiantes de últimos semestres sobre el emprendimiento, y en su evento quisieron traer un personaje. Casualmente llevo dos años dando conferencias en empresas, grupos de estudiantes.

¿Qué otros proyectos adelanta?

Estoy escribiendo el segundo libro, preparando un monólogo para teatro. A largo plazo quiero escribir un guión para cine.

Su primer libro

"Viaje al mundo sin censura", es una recopilación de historias y fotografías de mis viajes. Una parte son en primera persona, las otras son de personas que he conocido. Antes de trabajar en televisión yo hacía fotografía, es un hobby, me encanta la fotografía.

Su mayor temor

Al hombre, al ser humano, a la intolerancia.

Un libro que recomienda

Un libro de una escritora danesa, que se llama Janne Teller, se llama ‘Nada’. Un libro que estuvo censurado en Europa un tiempo, pero ahora inclusive lo recomiendan a los jóvenes.