Germán Palomo García
El cúmulo de hechos de las últimas semanas a nivel global han reforzado el fenómeno inflacionario. Las cifras de inflación en los principales países han establecido récords de este indicador que se han esparcido en la economía globalizada. El dato de Estados Unidos, por ejemplo, 7.4%, no se daba en los últimos cuarenta años. Si a esto le agregamos la devaluación de muchas monedas (incluido el Euro) es indudable que el futuro cercano no es favorable. La economía mundial no se ha recuperado y el conflicto Rusia – Ucrania la ha complicado. La China está dando muestras de una crisis que puede dificultar más las cosas. Todo este panorama genera lo que en economía se conoce como estanflación, estancamiento con inflación; aumento generalizado de precios sin que la oferta y la demanda de bienes y servicios crezca o se comporte adecuadamente. Los bancos centrales para frenar la inflación aumentan las tasas de interés de referencia (las que les cobra a los bancos). En Colombia, el pasado viernes el Banco de la República, aumentó a 6% (100 puntos) siendo la segunda vez consecutiva que lo hace de esta manera (el mes anterior la subió de 4% a 5%) lo cual, si bien es lo que dicta la ortodoxia económica, esta decisión va a dificultar el proceso de recuperación de la economía colombiana y generará más inflación. Mientras esto ocurre en nuestro país, la FED, la banca central norteamericana también subió su tasa de interés y de inmediato produjo una devaluación del peso colombiano (Esta semana, la divisa norteamericana superó los 4.000 pesos, recuperando su cotización de enero de este año) pues con este aumento, los capitales migran hacia el dólar haciéndolo más atractivo como refugio. Y anoto como refugio porque la economía de los Estados Unidos no se está desempeñando como se esperaba. Pero es la primera economía del mundo y eso atrae. Lo preocupante es que el fenómeno inflacionario ya nos va a acompañar, según los analistas internacionales, hasta 2024. Con dólar a más de 4.000 pesos, el objetivo es incrementar las exportaciones diversificando la economía que sigue dependiendo del petróleo y el café para aprovechar la devaluación del peso. En este sentido, para el caso del Huila, resulta plausible el fortalecimiento de la piscicultura, que en esta semana realizará en Neiva una feria internacional con Noruega como país invitado. Este país acompañó el proceso de producción de salmón en Chile y cuenta con tecnología que puede aplicarse en la piscicultura del Huila que lidera el mercado nacional y exporta 11.000 toneladas según datos del 2021.
El tema sigue siendo el conflicto Rusia – Ucrania en términos de costos por mayor valor de las importaciones y la escasez de los insumos agropecuarios. Al respecto, se ha puesto la fecha del 9 de mayo como una “línea de muerte” por amenazas de Rusia que anuncia nuevas decisiones sobre Ucrania. ¡Veremos qué pasa!