La Nación
Las plagas de la cárcel de Neiva 1 24 abril, 2024
TEMA DEL DÍA

Las plagas de la cárcel de Neiva

Cecilia González Villa

ceciliagonzalez@lanacion.com.co

La cárcel del Distrito Judicial de Neiva está convertida  en este momento en un verdadero infierno. Así lo describen algunos de los internos que de una u otra manera se han hecho escuchar desde el penal e incluso organismos de control.

Y es que ahora mismo el centro carcelario más importante del departamento del Huila atraviesa por una de sus peores crisis de salubridad.

Todo indicaría que el primer generador y tal vez el único  de esta problemática sea la falta de agua potable para abastecer el centro carcelario.

El problema actualmente es verdaderamente grave, según aseguran internos y  funcionarios del penal.

A esta situación se suma el incesante hacinamiento que podría ser considerado la segunda causa de los serios inconvenientes de salud que se registran desde hace varias semanas en la cárcel.

Con semejante panorama, las cosas no están fáciles en el penal y lo peor es que amenaza con agravarse, tanto que, hoy se llevará a cabo una reunión de carácter urgente convocada por la Personería de Neiva, entre varias entidades como la Defensoría Regional del Pueblo, la Personería, Procuraduría Provincial.

Entre otras cosas, lo que se busca es emitir una directiva urgente que permita finalmente conjurar  la situación porque sin duda alguna se está ad portas de una emergencia sanitaria, sin precedentes.

Por lo pronto, LA NACIÓN conoció que al parecer los primeros análisis de unas muestras de agua del aljibe de donde sale el agua que  consumen los internos habrían presentado restos de materia fecal, entre otros elementos contaminantes.

El panorama

De acuerdo con información entregada por la Personería de Neiva y la Secretaría de Salud Departamental  en efecto cerca de 27 de internos presentan en este momento parotiditis o más conocido comúnmente  como paperas.

Estas personas, según el personero Oscar Zúñiga, se encuentran actualmente aisladas de sus demás compañeros. De hecho, ya se tomaron ya varias medidas tendientes a enfrentar la crisis.

Entre algunas de las medidas establecidas por la Secretaría de Salud Departamental  se ha decidido ordenar la suspensión de visitas en los patios 1A y 1B donde se concentra un grueso número de reclusos.

Asimismo, las autoridades de salubridad han prohibido el ingreso de nuevos internos y mujeres embarazadas, lo mismo que de personas mayores de 60 años de edad o menores de 15 años. Todo, con el fin de evitar que la enfermedad se propague incluso fuera de la cárcel.

Pero no es solo paperas lo que están padeciendo muchos de los reclusos. El personero Zúñiga también confirmó que todavía se tiene conocimiento de cuatro casos de internos con tuberculosis, de los 15 que había hace cuatro meses.

En tal sentido, el secretario de Salud Municipal Miguel Andrade, dijo que por encontrarse en jurisdicción del municipio de Rivera, no puede intervenir. Sin embargo, señaló que desde su oficina se ha llevado a cabo algunas acciones humanitarias en otras oportunidades.

Sin agua

Según el personero Zúñiga, no cabe duda de que el hacinamiento y la falta de agua en la cárcel de Neiva se convirtieron en los principales factores de agravamiento de la crisis de salubridad que atraviesa el lugar.

“Cualquier enfermedad  contagiosa, varicela, una simple gripa en lugares donde hay grandes conglomerados de gente mezclados con hacinamiento pues estamos sujetos a situaciones como esta en cualquier momento”, indicó el funcionario.

A partir de ahí, dijo el personero de Neiva Oscar Zúñiga  que el origen de la emergencia podría también haberse dado con cualquiera de las visitas o internos.

Y no le falta razón, pues no se puede olvidar que el hacinamiento carcelario en el país ya sobrepasó los límites hace mucho tiempo y Neiva no es la excepción.

De acuerdo con la Personería de Neiva, la capacidad en el penal es para 933 y a la fecha hay hacinadas 1.900 personas.

Pero el problema empeora con la falta de agua potable en el centro carcelario. Algunos patios reciben el líquido durante seis horas diarias mientras que en otros  solo hay durante cuatro, ni una hora más.

Lo que ocurre es que se está trabajando con un solo pozo subterráneo o aljibe que tiene un tiempo vida corto y lo que se necesita es que se conecte la tubería de la cárcel al acueducto.

Es por eso que según el personero Zúñiga se está liderando una acción interinstitucional encaminada a buscar los recursos que hacen falta para conectar la tubería del penal al acueducto del municipio de Rivera.

Por supuesto se trataría de una obra que requiere de unos recursos, los que hasta el momento nadie ha dispuesto sin contar con que también ha faltado voluntad política de quienes les corresponde adelantar el proyecto.

“El panorama en la cárcel de Neiva es lamentable. Es inhumano que haya gente allá recibiendo cuatro o seis horas diarias de agua. Ellos están limitados en su derecho a la libertad pero no a la dignidad humana”, advirtió el personero Oscar Zúñiga.

El funcionario fue más allá y subrayó que si el pozo o aljibe del que se están surtiendo de agua los internos llegara a colapsar la situación empeoraría aún más.

Es por eso que Zúñiga ha dicho que al menos como una medida a corto plazo se podría invertir en la reparación de los equipos del pozo dos. Pero el problema es que para lograrlo se necesitarían cerca de ocho millones de pesos, con los cuales en este momento no se cuenta.

Los internos

Pero los internos también han expresado su preocupación por lo que está pasando en el centro carcelario.

LA NACIÓN tuvo acceso a algunas quejas de reclusos que aseguran que la situación es insostenible.

Para empezar, sostienen que el patio donde permanecen las mujeres presenta un alto nivel de sobre población, pues hay entre 350 y 380 detenidas.

En su caso, la situación suele tornarse inmanejable pues debido a que no cuentan con actividades definidas que les permita optar por desarrollar trabajos que les ayude con sus propias cargas económicas y personales, el ambiente es pesado.

Las mujeres, condenadas y sindicadas, pueden permanecer muchas horas en el patio, sin hacer nada.

El hacinamiento en las celdas no es menos grave, para el caso de los hombres pues allí pueden perfectamente llegar a dormir desde cuatro, cinco, hasta ocho reclusos con acceso a un solo baño. Ahí, la situación  suele empeorar cuando no hay servicio de agua y los olores se vuelven insoportables.

“Los internos están pidiendo que se hagan brigadas de salud porque ahora con el brote de paperas y también de tuberculosis las cosas han empeorado. Se necesita mayor atención, ya que el Inpec dice que no tiene recursos. Me pregunto por qué no, alguna empresa se apiada de los internos y les lleva agua”, afirmó una fuente.

Como si fuera poco, pareciera que la cárcel de Rivera no tuviera doliente, pues  actualmente no hay un director en propiedad sino que lo que hay es un funcionario del Inpec en encargo sin poder de decisión y mucho menos de  ejecución de recursos porque entre otras cosas, son pocos.

A toda esta preocupante situación hay que agregarle lo que ocurre con los funcionarios del Inpec que tampoco se encuentran en mejores condiciones.

Por el contrario hay una ambiente de inconformidad por parte del sindicato que ha denunciado no en pocas ocasiones que deben lidiar con los incumplimientos de acuerdos por parte de la entidad a la que pertenecen.

Eso, sin contar con los frecuentes señalamientos por parte de internos y sus familiares que afirman que reciben malos tratos y que hay favorecimientos para otros reclusos.

Así las cosas, el panorama en la cárcel de Rivera no pinta bien  y a estas alturas podría hablarse de que algo está a punto de estallar por cualquier lado que se le mire.

Si no es por el lado de una emergencia de salubridad con graves consecuencias, el hacinamiento podría jugarles una mala pasada a las autoridades.