La Nación
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CODIGO DE POLICIA MEJORAR LA CONVIVENCIA

Todos los seres humanos poseemos un instinto natural para convivir con los otros, empero de ello, la convivencia social es construida, no se da naturalmente. Si queremos tener nuevas formas de convivencia social que garanticen la protección de la vida, los Derechos Humanos y la felicidad, debemos materializarlas. según el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas este es el propósito del nuevo Código de Policía: “es un compendio de servicios, normas y límites que busca lograr una mejor convivencia entre los colombianos”.

A pesar de todas las personas que participaron en la creación del Nuevo Código de Policía, la resistencia al cambio de algunos sectores de la población frente a lo contemplado, ha estimulado un debate saludable sobre los méritos de la idea, dejando sobre la mesa muchos temores de los ciudadanos, porque a pesar de que se está tratando de garantizar nuestra tranquilidad, la ciudadanía debe estar vigilante para que no se excedan los límites. Pero si entre todos lo sabemos utilizar, esta va a ser una buena herramienta para construir una convivencia pacífica y, será un gran logro para el país, teniendo en cuenta que el anterior código ya tenía 45 años, lo que lo hacía ineficiente para enfrentar los nuevos fenómenos que atentan contra la seguridad y la convivencia ciudadana, además los derechos individuales, ciudadanos, de la mujer, el medio ambiente, han cambiado mucho, por lo tanto, la entrada en vigencia del Código busca actualizar esas reglas, para tener ciudades y municipios más tranquilos. Entre las acciones más destacas que busca sancionar el código se encuentran: arrojar basura en el espacio público, portar armas, colarse en el transporte público, música a alto volumen, agredir físicamente a cualquier persona, irrespetar manifestaciones, etc.

No cabe duda que esta es una gran apuesta para el país, que más allá de multas, pretende garantizar la seguridad y la convivencia ciudadana. ¡Ya era hora de pensar en ello!; y está claro que este Código no agota por sí mismo la problemática de seguridad y convivencia, la que obviamente es mucho más amplia. Pero sin duda alguna es ante todo un instrumento que busca que las personas respeten su entorno y a los demás; planteando cambios que ayuden a cumplir ese propósito y que se ajusten a las transformaciones que se dan en las sociedades que se modernizan.

No obstante, el propósito es seguir trabajando por el respeto de los derechos y libertades de los colombianos; sin bien un instrumento restrictivo no garantiza que exista un cambio de comportamiento en los ciudadanos, sí lo ha de hacer la educación; por lo tanto, esta debe ser la máxima apuesta para el país: crear las condiciones ideales para la formación en cultura ciudadana lo que permitirá que Colombia sea una nación donde prime la convivencia.