Esperanza Andrade
La preocupación no es de poca monta ante la evidente desatención del Gobierno Nacional para con el Huila. Por ejemplo, nuestro departamento es, infortunadamente, uno de los que tiene el mayor número de proyectos en estado crítico, con inversiones empantanadas superiores a 136.000 millones de pesos, según Planeación Nacional.
El abandono en asuntos de infraestructura, educación, salud, servicios públicos, ciencia y tecnología, seguridad, turismo, entre otros, tienen a la región relegada, y a la mayoría de sus habitantes en la pobreza o pobreza extrema, que se explica porque no han funcionado, no han llegado o no se han dispuesto las políticas necesarias para combatirla.
Se nos anunciaron proyectos que generaron ilusión y expectativa, pero la mala planeación, la ejecución lenta y llena de tropiezos (Quimbo; las vías Isnos-Paletará, La Plata-Popayán y más reciente Santana-Mocoa-Neiva; el distrito Tesalia-Paicol…para no extenderme) terminaron generando frustración y rabia.
Por lo anterior y mucho más, con prontitud atendimos esta semana la convocatoria de la Cámara de Comercio de Comercio a la dirigencia política, a las autoridades regionales, a los gremios, para construir un documento común con las prioridades en grandes obras e inversiones de desarrollo para el Huila, que nos conduzcan a la competitividad y el progreso que merecemos, el cual se entregará a los candidatos a la Presidencia de la República.
En la reunión también concluimos definir con urgencia una cita con el presidente Santos para encontrar respuestas y acciones y concretas que solucionen los problemas viales inmediatos, como Pericongo, y de inseguridad en varios municipios. ¡Debemos desterrar cualquier tipo de violencia ya!
A las peticiones generales, sumé varias particulares, como en carreteras, vitales para nuestro desarrollo agrícola y turístico: vía el Avispero, cruce a Caquetá, que comunica con Acevedo y Pitalito; son 12 kilómetros para rehabilitar y 3 para construir por 33 mil millones de pesos. Rehabilitación Yaguará-Teruel y Yaguará-Íquira; Pital-La Plata; cruce Ruta 45 a Tarqui, son 5 kilómetros en mal estado. Y Palermo-Santa María. Y, claro, la culminación del distrito Tesalia-Paicol, entre otras.
Para aportar salidas, hemos propuesto crear un fondo para vías terciarias, alimentado con recursos de regalías; unir a la clase política, al sector privado y a los gremios para enfrentar la centralización, hoy con entes territoriales con más cargas y menos recursos; centros de rehabilitación en cada municipio para atender a la juventud víctima de las drogas y alcohol; y mejor trato a los empresarios, impactados por la reforma tributaria, para así generar más empleo.
Lo positivo, propuse, sería programar reuniones mensuales en la Cámara para hacerle seguimiento a la agenda que estamos construyendo. Sólo así presionaremos soluciones concretas y prontas, y no más palmaditas en la espalda. Por eso, mi incondicional apoyo y solidaridad a la acción patriótica de nuestros diputados en la Plaza de Bolívar. El Huila tiene esperanza.