La Nación
Estragos de la culpa 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Estragos de la culpa

Jorge Guebely

 

Culpabilizar, esa herramienta de los poderosos para someter a los débiles; para debilitarlos, doblegarlos y triturarlos. Pavorosa antesala del instinto violento del animal humano. Culpable la mujer que desafía al macho, le destruye el rostro. Culpable el estudiante que discrepa del profesor, pierde el examen. Culpable el ciudadano que protesta en las calles, lo asesina el Estado.

Distintos y abundantes son los culpables en la cultura occidental. Culpable mitológico: Prometeo por robar el fuego a los dioses y entregárselo a los humanos; condenado eternamente a ser devoradas sus entrañas por un buitre feroz. Culpable bíblico: Cristo por predicar leyes de otro reino distinto al de los hombres, condenado a la crucifixión. Culpable científico: Galileo por descubrir que la tierra es redonda, condenado a la hoguera por la Santa Inquisición.

Culpables metafísicos, por no encajar cómodamente en las inhumanas leyes sociales, por aspirar a un mundo más humano. Culpables develados frecuentemente por la literatura. Culpable el señor “K”, personaje de la novela “El Proceso”, condenado a muerte por un tribunal fantasmagórico. Culpable Mersault, personaje de “El Extranjero”, condenado a la horca por desconocer las leyes sociales. Culpable Arturo Cova, personaje de “La Vorágine”, condenado a desaparecer en la selva por no cohonestar con la explotación imperial e inhumana de los indígenas.

Culpables por el fascismo: judíos, homosexuales, gitanos; condenados al exterminio por no encajar en el modelo mental de Hitler. Culpables políticos: comunistas, socialistas, trotskistas, maoístas…, condenados a una limpieza social por el macartismo norteamericano, por cuestionar la democracia imperial del norte.

Lamentables y vergonzosos los culpables mediocres, cínicos y cobardes del Paraíso: Adán y Eva. Trasladaron la culpa a la serpiente, al más débil, en vez de asumir la responsabilidad ante tanta evidencia, ante tanta presencia divina.

Peor que los culpables mediocres, cínicos y cobardes del Paraíso, son los culpables mediocres, cínicos, cobardes y criminales del Estado colombiano: el expresidente Uribe y el general Mario Montoya. Trasladan la culpa de los 6.402 asesinatos a los soldados, a esos “pobres ignorantes” de los estratos uno y dos, los que confunden “resultados” con “bajas”, los que engañaron al jefe del Estado. Obscena e infame justificación.

Supremacía de la mediocridad, del cinismo, de la cobardía y la criminalidad. Vergüenza humana capaz de trasladar la culpa al más débil a pesar de tanta evidencia. Funesto espíritu pre-moderno que gobierna al país desde su fundación. Enorme pequeñez humana de muchos gobernantes colombianos que explica con claridad el permanente infierno nacional.

 

jguebelyo@gmail.com