El Ciclón, convertido ya en depresión tropical, se encuentra en el extremo occidental del estado de Virginia, con vientos de 50 kilómetros por hora y avanza con dirección noreste, por lo que dejará intensas lluvias en el estado de Nueva York y la región de Nueva Inglaterra.
Mientras tanto, seguirá provocando grandes precipitaciones en Carolina del Norte y Carolina del Sur lo que aumentaría el caudal de varios ríos de la región que amenazan con desbordarse.
El huracán, que alcanzó la costa este de EE.UU. la mañana del 14 de septiembre, ha dejado a su paso 20 víctimas mortales, entre ellas una bebé de 3 meses y sin electricidad a al menos 773.000 hogares en Carolina del Norte y a unos 133.000 en Carolina del Sur.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, declaró como zona de desastre a Carolina del Norte, el área más afectada y anunció que viajará a la zona afectada por el desastre climático.
Con información de EFE.