El problema es que no se cuenta con morgues que cumplan con todos los requerimientos ambientales que permitan llevar a cabo esta práctica de manera adecuada, y dentro del marco de la normatividad.
Según conoció LA NACIÓN, solo dos de las nueve funerarias con sede en el municipio de Pitalito, cumplen con los permisos ambientales otorgados por la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM.
La situación
Hasta la fecha y luego de las visitas técnicas realizadas a las funerarias de los municipios del sur del departamento, éstas no cuentan con sistema de recolección de aguas residuales. Al menos eso es lo que explica Carlos Andrés González, director territorial de la Cam, zona sur.
La autoridad ambiental visitó todas las funerarias de Pitalito luego de lo cual informó que los anfiteatros no contaban con las medidas de bioseguridad para estar en funcionamiento.
Ante esta situación, estableció un plazo para que estas empresas se pongan al día en cuanto a los requerimientos que señala la norma, para estos casos.
Alexander Bravo, uno de los funerarios del sur del Huila, incluido dentro de la visita de la Cam. Asegura ante las medidas adoptadas por la Cam, muchos se han visto afectados, pues en Pitalito solo hay tres funerarias que pueden prestar el servicio de tanatoproxia.
‘Estamos perdiendo’
La situación parece ser crítica para las empresas funerarias en varios de los municipios del sur de la región, al no tener en Pitalito una morgue autorizada para preparar los cadáveres.
Lo que ocurre es que muchos de los cuerpos de personas que mueren en Pitalito, provenientes de municipios aledaños tienen que ser preparados antes de ser trasladados a sus lugares de origen.
“Esta semana perdí un servicio por muerte violenta, tuve un inconveniente con la Cam, a mí fue quien le hicieron ese escándalo, donde supuestamente decían que era un lugar clandestino donde se preparaban muertos. En el ámbito funerario es una práctica muy normal, los cuerpos hay que prepararlos y más cuando mueren en el campo.
Dichos laboratorios deben contar con un sistema de seguridad para el vertimiento de líquidos y residuos peligrosos.
Los personas que trabajamos en los pueblos, no podemos tener una funeraria en Pitalito, sería algo ilógico, resulta que las empresas que están al día con los permisos ambientales no nos quieren prestar las instalaciones”, comentó Alexander quien presta los servicios funerarios a tres municipios.
De acuerdo con el denunciante, les están negando la oportunidad, argumentando que la Cam, les dio el permiso únicamente para los cuerpos que ellos vayan a embalsamar.
“Ahí es donde se ve el interés amañado. Si el propósito es solucionar el problema de medio ambiente, pues no deben de poner ningún obstáculo para que las funerarias autorizadas en Pitalito, presten el servicio a las que funcionan en los pueblos aledaños del sur del Huila”, dijo.
¿Negocio amañado?
Para los empresarios de las funerarias de municipios como San Agustín, Acevedo, Elías, Oporapa, preparar un cuerpo en Pitalito tenía un costo de 100 mil pesos, pero desde que la Cam, emitió la orden de prohibir dichas prácticas al resto de funerarias, las que están al día estarían cobrando 400 mil pesos, solo por prestar las instalaciones para hacer el procedimiento.
“Se volvió fue un negocio para las funerarias que están abaladas por la Cam. Si yo presto un servicio automáticamente la Cam me va a sancionar. Fue por eso que tuve un inconveniente, al no haber en Pitalito un laboratorio el cual lo debe tener una ciudad de 144 mil habitantes”, explicó Bravo.
De no cumplir con los requisitos ambientales las funerarias afectas no podrán prestar este servicio. En Pitalito, solo hay dos funerarias autorizadas.
Las poblaciones del sur del Huila afectadas son Acevedo, San Agustín, Isnos, Oporapa, Saladoblanco y Elías.
Para Alexander Bravo, vocero de las funerarias afectadas, los están obligando a soltar los servicios, según él siempre van a tener el problema, el cual radica en la disposición de los lixiviados que se generan al momento de la necropsia, por cuestiones de salubridad también se están metiendo con los cuerpos de muerte natural”.
Normas
Los estudios para tener todo al día están cercanos a los 40 millones de pesos, señalan que es mucho dinero para una empresa que funciona en poblaciones pequeñas.
“Al menos a las de Pitalito, les hicieron visita y les dieron un plazo para cumplir con la norma, no hubo sanción. En el caso mío, me pillaron haciendo una práctica normal. En cualquier funeraria de municipio se prepara el difunto en la misma casa y si es una muerte violenta en la morgue del municipio que tampoco cumplen con la norma”, puntualizó Bravo.
‘No hay quejas’
De acuerdo con Haideé Martínez, Secretaria de Salud de Pitalito, hasta el momento no ha recibido quejas de que en Pitalito y sus alrededores se adelanten prácticas ilegales de tanatopraxia.
“No tenemos hasta ahora la primera queja de gente que haya venido a decirme que está funcionando de manera ilegal una funeraria. Si bien ellos tienen que tener unos permisos que los otorgan nuestros técnicos de saneamiento ambiental”, aseveró Martínez.
Totalmente prohibido
Carlos Andrés González, director territorial de la Cam, zona sur, es más contundente y ratifica que estas funerarias no pueden adelantar estos servicios de preparación y conservación de cuerpos sin los permisos ambientales pertinentes, pues de hacerlo esto les acarrearía sanciones desde tipo económico, hasta el cierre del establecimiento funerario.
“Como máxima autoridad ambiental en el sur del departamento del Huila, les hacemos seguimientos a particulares o empresas que generen residuos líquidos al agua o alcantarillado. Detectamos que en el sur del Huila las funerarias no cuentan con un sistema de vertimiento, se les hizo un requerimiento, una medida preventiva la cual es suspender de toda actividad operativa que generara el vertimiento de estos líquidos”, manifestó el funcionario.
De acuerdo con González, la medida preventiva tiene una vigencia hasta que se tramitan los respectivos permisos de sanidad.
A la fecha solo dos funerarias tienen el permiso otorgado por la corporación. “El 90 por ciento de las funerarias del sur del departamento no los tiene, las denuncias no se han hecho esperar”.
Y agrega el funcionario que, “las autoridades en salud deben hacer un seguimiento a estos sitios, se tiene que evitar un foco de epidemia, pues en estos lugares se manipulan residuos peligrosos, ya que hay vertimiento de líquidos sanguinolentos, relacionado directamente con la preparación de cadáveres humanos”, comentó.
Asimismo, explicó que para que estas funerarias funcionen al día y que puedan prestar el servicio de tanatopraxia, tienen que tener un permiso de vertimiento de acuerdo a la normatividad.
Éste consiste en un sistema comprobado por la corporación en el que las descargas de agua entren y salgan sin contaminación.
Dichas establecimientos funerarios también deben tener una adecuada disposición de los residuos sólidos, como los son guantes, gasas, partes de cuerpos, “todo este tipo de elementos deben de ser manipulados y recolectados por una empresa de incinerado”, advirtió González.
El Director territorial de la Cam, zona sur, explicó que para obtener dichos permisos ambientales se debe adelantar una serie de estudios para los cuales la entidad está atenta a prestar el servicio.
Dichas visitas técnicas tendrían un costo de 60 mil pesos. “Ahí se realizan los estudios pertinentes, también hay una etapa de publicación en medios de comunicación regional en el cual durante unos días se tiene vigente para ver si hay oposición para la construcción. Estos trámites están por alrededor de los 400 mil pesos, el resto de diligencias para los permisos ambientales son precios que no conocemos”, comentó.
Ante esta situación, una de las posibles soluciones, luego de que los empresarios afectados se reunieran es la puesta en marcha del servicio por parte del cementerio Campanario de Pitalito, entidad de carácter privado que analiza la posible solución al problema de los funerarios de los pueblos del sur del Huila.