La Nación
EDITORIAL

Inversión social

Ha anunciado el Gobierno Nacional que el presupuesto de inversión para el próximo año será de 40,7 billones de pesos, monto que fue aprobado por el Conpes y que, según el presidente Juan Manuel Santos, no tiene precedentes en la historia del país, indicando que el 70 por ciento del total de esta suma se destinará a inversión social, es decir más de 28 billones de pesos. ¿Será posible? Ha anunciado el Gobierno Nacional que el presupuesto de inversión para el próximo año será de 40,7 billones de pesos, monto que fue aprobado por el Conpes y que, según el presidente Juan Manuel Santos, no tiene precedentes en la historia del país, indicando que el 70 por ciento del total de esta suma  se destinará a inversión social, es decir más de 28 billones de pesos. ¿Será posible? En cualquier circunstancia es altamente significativo que los menos favorecidos, los de menores recursos y aquellos que están más abajo en las capas de la sociedad colombiana sean los destinatarios de una buena porción de lo que todos los contribuyentes aportamos para el sostenimiento del Estado. La cifra, según manifiesta el Gobierno, ha podido crecer gracias al aumento tan importante registrado en estos dos últimos años en el recaudo de impuestos, de más del 23 por ciento, lo que nos da una idea de la confianza de los inversionistas, del cumplimiento de los colombianos en sus obligaciones tributarias y de la salud de la economía nacional, puesto que hay un grueso sector impositivo que se recauda directamente, como el del IVA a muchos productos. Vale señalar que esa inversión se incrementará ahora por encima de los gastos de funcionamiento, es decir superando a la burocracia estatal cuyo impacto en las finanzas nacionales siempre ha sido alto. Si bien siempre habrá dudas y cuestionamientos en cuanto al real alcance de las billonarias partidas sociales, en este presupuesto de inversión se destaca el propósito de llegar a dos millones 600.000 familias atendidas por el programa Familias en Acción, dos millones 700.000 niños beneficiados por el programa de Atención Integral a la Primera Infancia, el subsidio para consumo de energía y gas a más de 12 millones de colombianos de estratos uno, dos y tres, cuatro millones de niños y adolescentes atendidos por Programas de Alimentación Escolar, un subsidio para manutención a más de 800 mil adultos mayores y créditos educativos con cero tasa de interés para más de 60 mil colombianos. Y en otros apartados se planea atender más de 5.000 kilómetros de vías, tanto en construcción como en mejoramiento, indemnizar a 124 mil víctimas de la violencia, cubrir a más de 24 millones de colombianos del régimen subsidiado que se beneficiarán con la unificación del Plan Obligatorio de Salud y ofrecer cinco millones de cupos en formación profesional integral en el Sena. Son cifras enormes, que gobierno tras gobierno han ido aumentando en aras de un objetivo fundamental: reducir la pobreza y, por ende, hacer menos larga la distancia entre los más ricos y los que menos tienen. Lo que se espera, además de que tanto dinero llegue efectivamente a los más necesitados, es que la real consecuencia sea que cada vez necesitemos ayudar menos a tanta gente, si esos mismos beneficiarios aprovechan los subsidios para volverse productivos y no simplemente esperar el auxilio del Estado y acostumbrarse a esa cómoda condición, como lastimosamente ocurre en muchos casos. DESTACADO “Son cifras enormes, que gobierno tras gobierno han ido aumentando en aras de un objetivo fundamental: reducir la pobreza y, por ende, hacer menos larga la distancia entre los más ricos y los que menos tienen”. EDITORIALITO La empresa Tolimax, un patrimonio empresarial huilense, cumple medio siglo, aportándole al desarrollo regional, generando empleo y abriendo nuevas expectativas de negocios. Un modelo empresarial que se consolida para orgullo de los opitas.