Los embarazos juveniles son una problemática nacional que requiere trabajo pedagógico y constancia. Los embarazos juveniles son una problemática nacional que requiere trabajo pedagógico y constancia. En el Huila, se registró una considerable reducción de este flagelo, mientras que en Neiva se implementan innovadoras estrategias de prevención. Radiografía. GINNA TATIANA PIRAGAUTA G. LA NACIÓN, NEIVA Uno de los mayores temores de los padres de adolescentes, es que el proyecto de vida de sus hijos se altere por un embarazo no deseado. La problemática que está latente en la sociedad colombiana afecta sustancialmente a los jóvenes que tienen que asumir responsabilidades para las que no están preparados, ni física, ni social, ni mentalmente. El desconocimiento, la inexperiencia y la desinformación, son factores claves para alimentar este flagelo.
Según cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), en el país se registraron 4.697 embarazos en niñas entre los 10 y 14 años, y 112.124 gestaciones en jóvenes entre los 15 y los 19 años. Las estadísticas de la entidad oficial permiten establecer que en el Huila hubo una considerable reducción de casos, aunque las cifras aún son elevadas. Según el Icbf, en el departamento en el año 2012 se presentaron 143 embarazos de niñas entre los 10 y los 14 años; frente a 212 casos que se registraron en el mismo rango de edad en el año 2011. Los embarazos de jóvenes entre los 15 y 19 años durante el 2012 fueron de 4.040, mientras que en el año inmediatamente anterior fue de 5.061 casos. ¿Qué hacer? Sandra Marcela Muñoz, secretaria de Salud de Neiva, manifestó que con la ESE Carmen Emilia Ospina se desarrolla el programa de ‘Servicio Amigable’ con los jóvenes, en el que se cuentan con un espacio preferencial y la disposición de un psicólogo, un médico y terapia ocupacional, para trabajar en pro de esta población y de sus necesidades. 
Los adolescentes no recibieron una capacitación formal por parte de los funcionarios. Sino que, un grupo interdisciplinario de profesionales, a través de metodologías participativas, culturales y artísticas trabajaron con un grupo de alumnos, quienes fueron los responsables de desarrollar los contenidos con sus compañeros a través de la lúdica, el arte y el teatro. La coordinación de las actividades se realizó con la Rectoría del colegio y la psicorientación de la institución. El programa tuvo como propósito dialogar con los estudiantes acerca de las implicaciones que acarrea un embarazo en la adolescencia. El objetivo es que los jóvenes identificaran sus sueños, ilusiones y expectativas de futuro, que eventualmente terminarían frustrados. Cada mes se trataron temas diferentes como la prevención del embarazo, las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), el virus del Sida, el cáncer de cuello uterino y el papiloma humano, entre otras temáticas desconocidas para estudiantes y padres de familia. Resultados Jesús Elías Meneses, personero de Neiva, aseguró que se capacitaron a 2.200 niños y se constituyó con ellos un equipo facilitador, quienes trabajaron con sus compañeros. “Los resultados fueron inmejorables. El año anterior a la campaña se registraron nueve embarazos de estudiantes en la institución y al finalizar el año lectivo, después de un proceso formativo, no hubo un solo caso”, expresó Meneses. El proyecto vinculó a niños desde los 10 años en temáticas relacionadas con la responsabilidad. “Insistimos en que hay que esperar la oportunidad física y social para iniciar una vida sexual y las implicaciones que esto acarrea, como las enfermedades de transmisión, los controles médicos que se tienen que empezar a llevar y las frustraciones en el proyecto de vida, que trae un embarazo no deseado”, manifestó el profesional. Los jóvenes participaron activamente del proyecto junto a los padres de familia. Esta fue la única institución académica en la que no se repartieron condones y se realizó un proceso educativo continuo. El propósito es extender la iniciativa paulatinamente a otros colegios, pero para ello se requiere el compromiso de los directivos y de la comunidad académica. Diana Cristina Losada, la personera delegada para los Derechos Humanos y una de las coordinadoras del programa, aseguró que el éxito del programa radicó en que la socialización de los contenidos la realizaban los mismos estudiantes y esto generaba confianza y empatía. “En el colegio los adolescentes tienen los vínculos sociales más fuertes y a quien le cuentan las cosas son a sus compañeros, a sus amigos y vecinos. Esta iniciativa se ha desarrollado con éxito en Venezuela, Estados Unidos y África, en donde los niveles de contagio de Sida y ETS son muy altos”, manifestó la abogada. “Se insistió en la abstinencia, no porque este fuera de contexto, sino porque hay que incitar a la responsabilidad que se requiere para iniciar una vida sexual, la importancia de los sueños y cómo cambian las situaciones cuando se tienen que afrontar experiencias para los que no estamos preparados”, dijo Losada. ‘El embarazo en adolescentes no es un hecho cotidiano’ Diego Molano Aponte, director General del Icbf, enfatizó en que toda relación sexual con un niño o niña menor de 14 años es un delito. El funcionario insistió en la necesidad de apoyar a los niños, niñas y adolescentes en la construcción de un proyecto de vida sólido, que les permita orientar la consecución de sus metas. El funcionario aseguró que los embarazos en adolescentes, involucran al 19 por ciento de las colombianas menores de 18 años. “La sociedad no puede seguir considerando el embarazo en adolescentes como un hecho cotidiano”, manifestó Molano. Asimismo, el Director del Icbf aseguró que el instituto adelanta estrategias enfocadas en la prevención y atención del embarazo en adolescentes, con acciones integrales que involucran a las familias, a la escuela y a otros actores claves en el entorno de las jóvenes madres.