Michael Johan García Vargas siempre saluda a todo el mundo, le da la mano a las personas que se encuentra en el camino, sonríe y hasta lanza besos y cuando le preguntan, ¿Cómo está? El siempre levanta su pulgar derecho y responde: ¡Bien, bien!
El autismo que padece no le ha quitado nunca sus ganas de soñar y menos de luchar por una medalla en cada competencia, siempre dice que quiere llegar primero y que va por el oro, así lo decía todo el tiempo antes de participar en la prueba de los 100 metros libre categoría masculina S14 de sus primeros Juegos Paranacionales.
Con la mejor actitud realizó la prueba, acompañado por su padre Alfredo García que descubrió hace varios años las habilidades de Michael en el agua y nunca ha dejado de acompañarlo en cada torneo.
“Es la primera vez que el compite en unos paranacionales y esto es muy emocionante para toda la familia. Desde que supimos su diagnóstico decidimos acompañarlo en todo lo que le gusta y descubrimos que le gustaba mucho el agua y por eso decidimos apoyarlo. El inició en canotaje, pero ahora practica la natación hace un año y medio”, expresó.
Don Alfredo, antes de iniciar la prueba, motivó a su hijo para que como él lo indica “nadara con el corazón” y así lo hizo, aunque no logró subir al podio, mejoró su propia marca y eso lo llenó de felicidad.
“Siempre le digo que debe ser el primero, que tiene que luchar por ser el mejor, pero, aunque llegue en último lugar, él piensa que es el primero y eso está bien, porque no se entristece y por el contrario lo celebra y siempre sonríe. Lo apoyamos para que logre esa satisfacción personal y a mi me llena de orgullo y felicidad acompañar a mi hijo en este proceso”, expresó conmovido tras ver a su hijo menor finalizar la prueba.
El proceso de Michael apenas comienza y él expresó que en cuatro años volverá para esta vez sí conseguir la anhelada medalla. “Me sentí bien, la piscina estuvo rica, ganaré una medalla en el futuro”.
“Él es muy noble, es feliz y eso es lo más importante para nosotros. Es nuestro niño, mi esposa llora cuando lo ve en competencia, es nuestro consentido, pero también cuando hay que corregirlo, lo hacemos”, finalizó el padre del deportista que siempre sonríe y que sueña con conquistar la presea dorada.