La Nación
COLUMNISTAS

Monseñor Froilán Casas

Todas las columnas que escribe monseñor Froilán Casas Ortiz las leo por la calidad  de los temas que aborda,  tanto espirituales como  sobre los problemas que  padece nuestra  sociedad.    En la  columna del pasado martes publicada por  este periódico, La Ciudad  que Soñamos, escribe  que los  problemas que padece Neiva  no fueron creados por marcianos sino por el mismo hombre y por  lo tanto la solución está en manos del hombre y anuncia  que se propone escribir cinco columnas más con reflexiones y recomendaciones que podrían ayudar a construir una Neiva encantadora y atractiva  para los  lugareños y los visitantes. Este anuncio es  interesante y pertinente en momentos en que Neiva  atraviesa múltiples  problemas que la muestran  como una ciudad desorganizada, carente  de cultura ciudadana y agobiada por la  corrupción y negligencia de muchos de  los  mandatarios anteriores que incumplieron  con sus deberes.
A monseñor Froilán Casas hay que leerlo y escucharlo, no solo por  las  palabras  que conducen a fortalecer  nuestra  fe cristiana,  sino por  su visión constructiva de una mejor ciudad,  alejada  de todo interés personal o político,  que   solo buscan  que esta capital pueda ser algún día una “ciudad encantadora y atractiva para lugareños y visitantes”,  meta  de la cual estamos todavía muy lejos de  alcanzar. Monseñor tiene conocimientos, sensibilidad  y experiencia  para hacerlo y,  su cotidianidad vinculada a la academia y al estudio de los problemas que  aquejan a la ciudad, como es el hecho de ser asiduo asistente a  las tertulias del Botalón, le conceden  autoridad y respeto por sus opiniones que debemos acoger y que  harán parte de las columnas que  se propone  publicar. Ojalá  los neivanos comprendamos y acojamos su visión ciudadana que tanta  falta nos hace salidos de la mente responsable  de una persona encariñada con esta capital.
Neiva es una  ciudad con carencias urbanas de diverso orden  de las cuales  no todos somos conscientes empezando por  funcionarios del gobierno y  dirigentes  de la política local. Monseñor Froilán, empieza en su primera columna de la serie anunciada, por señalar la falta de sanitarios  públicos tanto en el Parque Santander como en  el Malecón del río Magdalena que desdice de una  ciudad que busca  fortalecer su oferta turística. Su visión de ciudad seguramente señalará otras deficiencias urbanas que ojalá despierten el interés de nuestros  dirigentes políticos y sociales. Gracias monseñor.