Germán Palomo García
El fin de año y comienzos del siguiente invitan siempre a comentar en cifras lo que ocurrió, pero mejor lo que ocurrirá en materia económica. En este particular periodo, gracias a la pandemia, tenemos que ser cuidadosos en la interpretación de los números. Esto por cuanto en la recuperación y reapertura hemos visto cifras que no se volverán a ver. Se espera que 2021 cierre con un crecimiento de 9.7% según últimas cifras del DANE. Pero para 2022, el Banco de la República estima un crecimiento del PIB de “apenas” 4.7%. ¿Por qué se produce esto? Porque la base de medición desde el 2020 cayó tanto que su recuperación ha llevado a mostrar estas cifras que en condiciones normales no se presentarían. Entonces, desde el año próximo, volveremos a cifras más reales según lo que muchos analistas ya empiezan a pronosticar. Pero son varias las proyecciones. El desempleo, por ejemplo, debiera mantener su crecimiento post pandemia pues, aunque se ha recuperado, aún falta igualar las cifras del 2019. En sentido contrario, la inflación es la gran preocupación ya que, por ser de carácter externo, resulta difícil controlar y puede afectar la positiva proyección de la economía nacional y se espera que no llegue al 6%. Otro factor que preocupa para el 2022 es el covid-19 por la variante ómicron que está “disparada” y llevado a varios países a restituir las limitaciones de comienzos de la pandemia. Para no cerrar la economía es urgente insistir en una disciplina social rígida con tapabocas y aumentando la vacunación. Lo que hemos visto en televisión en los tradicionales sitios de compra de navidad están comprobando que corremos un grave riesgo de contagio que puede dar al traste con estas proyecciones.
Finalmente, se proyecta que construcción de vivienda y el petróleo serán los principales jalonadores de la actividad económica 2022 lo que favorece al Huila. En la primera, según Camacol, el crecimiento del sector será tres veces lo proyectado para la economía después de un excelente año 2021 en ventas (más de 239.000 unidades vendidas). El petróleo, por el acuerdo de la OPEP para reducir la producción, aunque podría presentarse un exceso de oferta en los primeros meses del nuevo año. Esto desestima el criterio del candidato Petro de no más exploraciones petroleras y confirma que la transición energética tomará varios años. El precio del dólar afectará también este mercado, aunque se espera que se estabilice. La otra variable es el problema de suministros por el déficit de contenedores. No olvidemos que 2022 será un año electoral que va a influenciar su desempeño. Muchas dudas en medio de mejores expectativas.
P.D. ¡Un feliz año 2022 a mis lectores!