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COLUMNISTAS

¿Retenes sorpresa?

En cualquier ciudad del mundo es válido que la policía realice retenes de control en las calles. Lo hacen para supervisar, controlar y proteger a la ciudadanía. Y en la mayoría de las ocasiones su labor es eficaz, siempre y cuando la fuerza pública  actué con respeto,  diligencia y  profesionalismo. Es decir, siempre y cuando los agentes de la policía que realizan estos retenes, así como sus jefes comprendan la importancia de los mismos. Poco favor se le hace a la ciudad si por el contrario, ellos piensan que los retenes son una perdida de tiempo, asumen que no son relevantes y por lo mismo prefieren sentarse a conversar y  chatear, o en el mejor de los casos a parar mujeres bonitas para conquistarlas.  Cosa que en muchos casos se ve en Neiva.
 
Es un esfuerzo desafortunado de logística y tiempo, el que realiza la policía con estos retenes de control, cuando los agentes que forman parte de los mismos no están sintonizados con la necesidad de implementarlos, piensan que pierden tiempo y terminan actuando con negligencia. Un reten debe generar respeto y autoridad, cosa que no ocurre ni ocurrirá si algunos de nuestros  policías en Neiva, como lo dije anteriormente, se dedican a menesteres diferentes a los que les obliga el uniforme.  
 
Pero si además de lo anterior los retenes de control se vuelven previsibles, detectables y permanentes, pues ahí si como decía mi abuela ‘apague y vámonos’
 
Sin demeritar la buena intención de la policía al momento de montar estos retenes de control, lo cierto es que con el tiempo se están convirtiendo en ‘paisaje’ para muchos de los neivanos. Ya se sabe cuando, como y a que horas se instalan. Incluso he escuchado a personas, que no cumplen con los requisitos legales para conducir, decir que salen por determinadas calles a determinada hora, porque ya no están los retenes y pueden pasar con tranquilidad.  Los borrachitos ya saben por donde andar para que no los atrapen, y las niñas en moto, calculan bien el tamaño de la falda para evitar multas en los lugares donde siempre se instalan los retenes.
 
Con todo el respeto con la policía, estoy seguro que esta medida es mas efectiva si nadie sabe los lugares y las horas en que  se van ha instalar. De esta forma dejan de ser previsibles y su objetivo se puede lograr. De lo contrario siguen atrapando incautos con infracciones menores, mientras que los malandrines esperan a que el reten se levante a la hora y en el lugar previsto, para salir ha hacer sus fechorías.
 
Espero que esta recomendación sirva de algo, por que ya es gracioso ver a la policía siempre a la misma hora, en el mismo lugar haciendo lo mismo.