Roberto Escobar Beltrán, el concejal ausentista
Contar con la presencia del “veterano” concejal de la ciudad de Neiva Roberto Escobar en las sesiones, se ha convertido en todo un reto que muy contadas veces se puede cumplir.
Escobar, no solo es el concejal más ausentista del 2018 sino que tiene como tradición llegar tarde y generalmente irse temprano, incluso, en el mejor de los casos, su presencia en las deliberaciones es acompañada por constantes “fugas” a atender público, independientemente de que sus compañeros de cabildo estén en medio de importantes discusiones o desarrollando algún punto del orden del día.
Tan sólo en el mes de marzo dejó de asistir a seis sesiones, llegó tarde en doce oportunidades y se ausentó en 10 ocasiones. También ostenta el deshonroso record de haber estado apenas tres minutos en una sesión. La falta de compromiso del cabildante por ocupar su curul, ha sido tradición, pero se ha hecho más notoria durante este año por fungir como primer vicepresidente.
La intermitencia de Escobar es sistemática, tomemos por ejemplo la jornada de ayer jueves; a pesar de que la sesión inició a las 8:15 am, Escobar llegó a las 8:25 am, estuvo únicamente cuatro minutos y se retiró. Volvió a aparecer a las 10:25 am, pero tal vez algo no lo motivó a tomar asiento y únicamente se paró frente a la puerta, hizo una mirada panorámica de la sesión y se ausento de nuevo, finalmente volvió a las 10:45 am cuando ya quedaban pocos minutos para terminar la jornada, incluso tuvo la suerte de contestar “presente” en un llamado a lista que se hizo a esa hora de cierre. Finalmente la sesión concluyó a la 11:00 am. A pesar de que la jornada duró 2 horas y 45 minutos, Escobar únicamente estuvo presente 19 minutos.
Varios concejales, entre los que está Roberto Escobar, generalmente se excusan advirtiendo que “el trabajo real se hace afuera en las comunidades o gestionando”, estrategia que de fondo busca favorecer a particulares, conservar su caudal electoral y lograr adeptos para sumar a sus múltiples, estratégicas y sobre todo “rentables” candidaturas.
La responsabilidad entregada por la ciudadanía a los concejales inicia por asistir a las sesiones y permanecer en el cabildo, sentar posiciones, acompañar proyectos de ciudad, velar por el cumplimento el Plan de Desarrollo, ejercer control político de manera objetiva y liderar los proyectos de los cuales se es ponente, de manera honesta y sin pedir “coimas” a los funcionarios.