La Nación
COLUMNISTAS

Satisfacción en el trabajo

Ahora que la competitividad está en el primer renglón de la agenda de gobernantes y empresarios en nuestro entorno por la preocupación que generó el informe del Consejo Privado de Competitividad que no fue afortunado para el departamento, resulta oportuno traer un factor clave para mejorar productividad y competitividad en las organizaciones: El grado de satisfacción laboral, es decir, que tan satisfechos están nuestros colaboradores. Si es cierto, como yo lo creo, que la competitividad se da primero en la gente ya que las empresas están “hechas” por gente, los resultados de un estudio de Workforce 2020, de SAP y Oxford Economics, reseñado por El Tiempo en Octubre 12 del presente año trae resultados muy preocupantes para Colombia y que explican en mucho los menores niveles de competitividad frente a otros países. Según el estudio mencionado, solo el 24% de los empleados en Colombia están satisfechos con su trabajo. En el resto del mundo esta cifra es 39%, 15 puntos porcentuales por encima de nuestro registro. Colombia, en un universo de 27 países en los que se consultaron 5900 empleados y empleadores, es el tercer país más infeliz laboralmente. Obvio, el factor que más pesa en el descontento laboral es la baja remuneración que perciben los empleados (79% de los empleados colombianos se siente mal remunerado mientras que en el resto del mundo el 68% se siente con bajos salarios. Pero hay otros factores: La ausencia de horarios flexibles y otros sistemas de trabajo (como el teletrabajo).

Simultáneamente, los empresarios consultados consideran que no cuentan con empleados líderes que se echen sobre sus hombros el cumplimiento de las metas de sus negocios.

El primer cuestionamiento sobre esta situación recae sobre los departamentos de recursos humanos o de talento humano como hoy se identifican: ¿Cuentan o no con el apoyo de la alta dirección? ¿O solo atienden las relaciones contractuales y no los demás factores clave para un excelente clima laboral?  Esta realidad plantea una aguda diferencia entre los dueños o directivos de las empresas y los empleados que pertenecen a la generación nueva, la llamada la “generación Y”. Aquí hay una gran tarea por realizar.

Desafortunadamente, no hay datos de las regiones pues en el Huila, con seguridad los datos traerían más preocupación si se mantiene la cifra de que más del 70% de los empleados ganan menos de dos salarios mínimos a comienzos de la década presente. Miremos esto, por favor!