Un acuerdo de pago busca John Wilmer Barrera Meneses, ex tesorero de Altamira, quien aceptó ante la Contraloría Departamental del Huila el desfalco por más de 118 millones de pesos, que giró y cobró a su favor.
Por primera vez el contador público dio la cara ante los organismos de control que lo investigan, al haberse aprovechado de su cargo como tesorero en la Alcaldía de Altamira, para realizar el giro de 20 cheques que cobró.
El hombre, quien llegó a falsificar las firmas de varios alcaldes de la localidad, autorizó cheques con numerosas cifras y en la actualidad le adeuda a la administración municipal 87 millones de pesos, ya que alcanzó a devolver parte de los recursos.
Durante la diligencia judicial, Barrera Meneses se declaró en quiebra y manifestó no contar con los recursos económicos ni para poder pagar un abogado, por lo que acudió representado por una abogada de oficio de la Universidad Surcolombiana y solicitó un acuerdo de pago con la Contraloría Departamental, para cancelar los 24 millones que aún debe, ya que la aseguradora pagó 63 millones de pesos.
“Llevo semanas pidiéndole al Alcalde de Altamira hacer un acuerdo de pago para cancelar esos dineros, pero no ha sido posible”, indicó el ex tesorero.
Lo investigaban
Con una auditoría realizada el 3 de julio de 2013 por el organismo de control, con apoyo de funcionarios de la Alcaldía de Altamira, se logró evidenciar que John Wilmer realizó los primeros cobros a su favor con los cheques No. 041, con el cual retiró la suma de 17’650.000 pesos y con el cheque No. 042 extrajo 2’895.000 pesos.
El entonces funcionario justificó los giros argumentando el pago al Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales (Fonpet). “Esa fue la forma de legalizar y ocultar el pago de los cheques, cuando el ente territorial no ordena gastos contra el Fonpet”, explica la Contraloría Departamental.
El entonces tesorero también expidió de la cuenta corriente de Fondos Comunes de la Alcaldía un cheque (No. 2977) por 2’540.000 pesos, firmado el 19 de julio de 2013. Otro cheque, (2979) firmado el 23 de julio de 2013 por 2’120.000 pesos y un tercero (1406), cobrado el 3 de julio de 2013, por 5’122.000 pesos.
De igual forma, en los meses de agosto y septiembre de 2013 realizó giros y cobros por más de 50 millones de pesos. No contento con la suma de dinero que logró desfalcar el 16 de octubre del mismo año, retiró de la cuenta de Fondos Comunes 2’480.000 pesos y lo giró a través del cheque 3030. Un día después, a través de un cheque de gerencia -donde al parecer falsificó la firma del alcalde Alfonso Lizcano- autorizó otro título valor por 15 millones de pesos de la cuenta de Proyectos Fondo Sistema General de Regalías.
“El original de la nota bancaria no reposa impresa en los archivos de la administración, siendo modificada en el software”, explica la Contraloría.
Según se conoció John Wilmer, mediante oficio del 13 de enero de 2014 dirigido al alcalde Alfonso Lizcano, anexó consignación del 9 de enero del mismo año en el Banco Popular donde devolvió 17’861.000 pesos, quedándole un faltante de 550.000 pesos.