Diego Camilo Chilatra Sánchez
Miembro del Colegio Médico del Huila.
Desde que el Gobernador del Huila declaró una situación de calamidad pública como consecuencia de la presencia del COVID-19 en el Departamento del Huila a través del decreto 091 de 2020 el pasado 16 de marzo, a fecha de hoy 02 de abril, han transcurrido 17 días, y aún no conocemos el plan de específico con acciones concretas para la mitigación del riesgo por la pandemia del coronavirus.
Hasta la fecha no conocemos en qué se van a invertir los recursos de forma específica, no conocemos la capacidad instalada concreta de camas generales, camas de Cuidados Intensivos ni las estrategias para saber cuál es la meta en el corto y mediano plazo.
No sabemos cómo, ni dónde se van a centralizar los pacientes respiratorios, con el objetivo de reducir el riesgo para los demás pacientes y no convertir a todas las clínicas y hospitales en focos de transmisión de la infección.
El Colegio Médico del Huila les ha propuesto que centralicen esos pacientes en una sola Institución por zona del Departamento, que ojalá fuese el Hospital Universitario de Neiva y los Hospitales Departamentales de La Plata, Garzón y Pitalito, ordenando que cada clínica aporte con el recurso tecnológico (ventiladores y camas UCI) que se requieran para el manejo de la calamidad, tal y como están obligadas por la ley 1523 de 2012.
Seguimos perdiendo días valiosos para estar trasladando todos los pacientes no respiratorios de mediana y baja complejidad a otras instituciones para preparar la (s) que se determine recibir los eventuales pacientes por el COVID-19.
Y todo ello me lleva a los siguientes interrogantes:
¿Cuáles son las medidas de bioseguridad general que se van a implementar para la población del Departamento mediante la articulación con el sector productivo para la fabricación de tapabocas, batas, gorros, sábanas, alcohol y muchos otros elementos que podríamos estar fabricando?
¿Ya hay certeza de cuáles hoteles se pueden acondicionar para manejar pacientes no críticos en caso de que se desborde la opción hospitalaria?
¿Cuál es la meta de crecimiento en número de camas de UCI y de hospitalización para dentro de 2 semanas, 1 mes, 2, 3 y 6 meses?
¿Se va a garantizar el funcionamiento del laboratorio de salud pública de la Secretaría de Salud las 24 horas, 7 días a la semana?, ¿o seguirá con horario de oficina en momentos que se hace imprescindible?
¿Cómo se va a garantizar la protección y la contratación del personal de salud para que no ocurra lo mismo que está ocurriendo en Guayaquil, donde muchas clínicas y hospitales simplemente fueron cerrados por falta de personal que sabiamente huyó al no tener medidas de contratación real ni de bioseguridad?
Y la pregunta que más me aterra mientras ellos están en sus casas o fincas con suficientes recursos de subsistencia:
¿Por qué nos pusieron desde ya a prepararnos solo para contar (y en lo posible) sepultar los muertos sin siquiera agotar el escenario de batalla contra el Virus?
Necesitamos que el Gobernador y el Alcalde aparezcan, den la cara, se pongan a la altura del momento, y ejerzan su autoridad más allá de las medidas policivas de necesaria restricción a la movilidad.
Esta batalla no la podemos perder sin haberla luchado entre todos, porque como les dije he reiterado, los trabajadores de la salud no somos héroes, ni mucho menos queremos ser mártires; somos seres humanos, con familia, llenos de miedo, pero dispuestos a dar la pelea que se avecina si vemos que aparece un verdadero liderazgo político que planifique y ejecute con celeridad todas las medidas para resolver esta crisis.
No sigamos esperando que las soluciones vengan desde Bogotá. Necesitamos respuestas y soluciones de los que deben estar gobernando!
P.D. ¿O Será que mejor nos escondemos todos (incluido el personal de salud) y esperamos a que el azar determine quién muere y quién no?