El exmilitar Edwin Lizcano Castillo será condenado por el feminicidio de su exesposa Katerine Andrea Caviedes, en Neiva. El hombre asesinó a la mujer cuando ingresaba a un motel con el novio. “Así la quería ver”, le dijo el hombre a la víctima y le propinó un balazo en la cabeza. Lizcano Castillo terminó preacordando la pena con la Fiscalía.
Rafael Rodríguez C.
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Perdón a la familia de la ingeniera industrial Katerine Andrea Caviedes, expresó su exesposo, Edwin Lizcano Castillo, luego de que aceptara su responsabilidad en el asesinato de la mujer y fuera aprobado el preacuerdo de la pena por el delito de feminicidio.
“Era consciente que causar la muerte aprovechándose de la condición de indefensión de su excompañera sentimental, utilizando un arma de fuego, era contrario a la ley, pudiendo actuar de otra manera y no lo hizo…”, dijo el Fiscal Quinto Seccional de Neiva adscrito a la Unidad de Vida en la audiencia virtual de legalización del preacuerdo ante el Juez Segundo Penal del Circuito de Neiva con Funciones de Conocimiento.
Y es que Lizcano Castillo, pensionado de las Fuerzas Militares de Colombia, en un ataque de celos y obsesionado por su exesposa Katerine Andrea, la asesinó cuando ella estaba en compañía de su novio, el pasado 14 de abril de 2024.
Ese día la medianoche la mujer y su compañero sentimental ingresaron al motel Olimpus, ubicado a la salida de la capital huilense, después del puente conocido como ‘metálico’, sobre el río Magdalena, en la vía al municipio de Palermo.
Testigos presenciales y el acompañante de la ingeniera industrial, manifestaron a las autoridades que cuando la pareja estaba en el interior del automóvil Chevrolet Spark, de placa CGO-271, para ingresar a la habitación 23, fue sorprendida por Lizcano Castillo. “Katerine Andrea Caviedes y Alexander (su acompañante), y quien conducía el vehículo, de manera intempestiva fueron abordados por el Edwin Lizcano”, relató el fiscal en la audiencia virtual al referirse a las declaraciones de los testigos.
El hombre, con arma de fuego en la mano, se ubicó de frente al vehículo y luego insultó con palabras soeces a Katerine. “Así la quería pillar…”.
Segundos después, camino hacia la silla del copiloto, donde estaba ella sentada y le disparó sin ningún remordimiento. “Procedió a dirigirse al lado del pasajero donde estaba Katerine, accionando el arma de fuego, impactándola en la cabeza, al lado derecho”, señaló el delegado de la Fiscalía.
Agregó que Lizcano Castillo, de 43 años de edad, luego de atacar a la exesposa con el arma de fuego, intentó asesinar al acompañante, quien logró encontrar refugió en la habitación, cerrando la puerta con seguro. “Edwin procedió a realizar otros disparos contra el acompañante que se resguardó en el interior de la habitación”.
El exmilitar tras perpetrar el atentado con Katerine, huye del lugar a bordo de una motocicleta, mientras que ella luego de varios minutos, fue auxiliada y llevada a un centro asistencial donde presentaba signos de muerte cerebral y al realizar maniobras de reanimación no presentaba signos vitales. La mujer, tenía 35 años de edad y dejó a dos hijas huérfanas.
Ciclo de violencia
El acompañante de la ingeniera industrial, cuando se encontraba a salvo en la habitación, llamó a la mamá, comentándole lo que estaba sucediendo, información que entregó la progenitora a otro de sus hijos, quien a través de la red social X reveló lo sucedido.
“Anoche me llamó mi madre desesperada porque mi hermano le escribía diciendo que lo iba a matar. Me vestí de madrugada, llamé a todo el mundo y logré hablar con él, diciéndome que estaba en el motel Olimpus con una amiga y que él exmarido los había seguido, les había disparado”, señala uno de los post.
“Le pegó dos tiros a la mujer y mi hermano se salvó solo por la gracia de Dios y su capacidad de esconderse en la habitación mientras acribillaban la puerta a tiros…. teníamos la esperanza de que no muriera, pero lastimosamente murió al llegar al hospital”, dijo el hombre.
El fiscal manifestó en la acusación contra Edwin Lizcano Castillo, que la mujer había convivido con él, y se separó tres meses antes del ataque con arma de fuego, por las agresiones verbales y físicas contra ella.
“La relación de pareja aproximadamente un año y medio de convivencia y hacía aproximadamente 3 meses antes de estos hechos se habían separado atendiendo el ciclo reiterativo de violencia física, psicológica y económica por parte de Edwin Lizcano Castillo para con Katerine Andrea Caviedes”, sostuvo el fiscal.
Precisó que Lizcano Castrillo no solo tenía permiso para el porte del arma de fuego con la que asesinó a la mujer, sino que la atacó en estado de indefensión. “Edwin Lizcano Castillo conocía que disparaba un arma de fuego contra de su excompañera sentimental Katerine Andrea, aprovechándose de la situación de indefensión en que se encontraba, abordo a la víctima de manera intempestiva, cuando se encontraba indefensa sentada como pasajera del vehículo donde se transportaba, causándole una herida que produjo trauma craneoencefálico que ocasiona su muerte y quiso hacerlo, lesionado el bien jurídico de la vida y la integridad personal sin justa causa”.
Reiteró el funcionario judicial que existían antecedentes de violencia doméstica y psicológica de Edwin Lizcano Castillo. “Se advierte sobre el ciclo de violencia física, agresiones, amenazas, intimaciones, seguimientos de las cuales era víctima Katerine Andrea por parte de Edwin Lizcano durante el tiempo de convivencia y después de su separación, los elementos de prueba recaudados son claros para afirmar con probabilidad de verdad la identidad del acusado y su responsabilidad en la conducta penal por la que solicita ser juzgado”.
Testigos lo reconocieron
Los investigadores, con las declaraciones de testigos presenciales y amigas cercanas a la víctima, lograron identificar que el agresor era Lizcano Castillo. “Se estableció la plena identidad del indiciado, se escucharon entrevistas y declaraciones juradas, reconocimientos fotográficos a los testigos de cargos…”, señaló el funcionario judicial.
Sostuvo que las evidencias establecieron la materialización de los hechos y el delito. “Los elementos materiales probatorios, la evidencia física e información legalmente obtenida se puede afirmar con probabilidad de verdad, que la conducta punible investigada existió y que el imputado, Edwin Lizcano Castillo como probable autor de los delitos contra la vida y la integridad personal feminicidio…y ser el perpetrador de un ciclo de violencia y amedrentamiento en contra de la víctima que terminó finalmente segándole la vida…aprovechándose del estado de indefensión de la víctima”.
Indicó que el feminicidio constituye la forma más grave de discriminación y de violencia basada en género contra la mujer. “Pidió perdón a la sociedad y a la familia de la víctima”, señaló una fuente cercana al caso.
Las pruebas técnicas, 50 documentales y los 27 testigos, entre ellos tres presenciales de los hechos, dos de cargos, además de una amiga y la mamá de la víctima, fueron los que llevaron a Lizcano Castillo a preacordar con el fiscal y que la pena sea de 31 años y 3 meses de prisión, que se oficializará con la lectura de la sentencia el próximo 24 de septiembre.