La Nación
Fake News 1 28 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Fake News

El mundo vive un proceso de transformación en su sistema social y económico a causa del desarrollo del internet y las tecnologías emergentes. Atrás quedaron los días en los que el internet ocupaba un rol secundario, y la cuarta revolución industrial ha cambiado la forma en que vivimos.

El desarrollo de nuevas tecnologías y el despliegue de las redes sociales han permitido que los usuarios sean a su vez consumidores y productores de contenido, pero además de lo positivo en este mundo contemporáneo, han facilitando también la difusión de contenidos falsos (fake news), causando un efecto dominó en el que una noticia engañosa puede ser replicada millones de veces. Con tanta información en las redes a las personas se les dificulta diferenciar entre los contenidos que se basan en información verídica o en mentiras.

En este contexto, en medio de una sociedad polarizada como la nuestra, y con el apasionamiento y la irresponsabilidad con que se manejan los procesos electorales, el uso indebido y el abuso de las nuevas tecnologías de comunicación no se hace esperar. Es así, como las noticias falsas se disparan y hacen su agosto las campañas subterráneas, donde los perfiles falsos, los bots y las bodegas son un instrumento para la desinformación. Mientras esto ocurre, el auge exponencial de este fenómeno contrasta con la poca o nula presencia de la autoridad que ponga en cintura a quienes tengan esas practicas indebidas. Parece, no hay quien les ponga ‘tatequieto’ a estos bandidos de la desinformación.

En la medida en que se calienta la campaña electoral regional, se verán estas estrategias sucias que buscan manipular al elector y crear un manto de duda sobre el candidato oponente, viralizando afirmaciones sin sustento, afectando procesos democráticos.

A este fenómeno se suman los avances que ha tenido la inteligencia artificial, una tecnología basada en algoritmos para pensar, entender, elaborar y resolver problemas a través de la información con la que cuenta y que hoy en día tiene la capacidad de crear contenido a pedido, siendo indistinguible el contenido generado por las maquinas y el generado por los humanos. La inteligencia artificial puede crear información falsa, difundir desinformación y perpetuar sesgos, que puede resultar en manipulación y aumentar esta polarización que tanto daño nos hace como sociedad.

Ante la ausencia de la autoridad de control, y dados los riesgos éticos asociados al uso de esta tecnología nos corresponde en esta época electoral, a todos hacer un esfuerzo adicional para no caer en la desinformación: verificando fuentes y  cerciorándose que la información provenga de canales oficiales, evitando compartir información poco certera, reportando contenidos malintencionados, y promoviendo que las ideas, las propuestas y la hoja de vida que ofrecen los candidatos sean el centro del debate.