Las graves heridas que tenía en su organismo, luego de ser embestido por una motocicleta y que al parecer no fueron detectadas a tiempo, llevaron a Libardo Cabrera a la muerte. LA NACIÓN, NEIVA Las graves heridas que tenía en su organismo, luego de ser embestido por una motocicleta y que al parecer no fueron detectadas a tiempo, llevaron a Libardo Cabrera a la muerte. El deceso del hombre ocurrió en la madrugada del jueves anterior en la UCI de la Clínica Medilaser, el cual fue remitido el pasado lunes desde la Clínica de Fracturas, a donde lo llevaron el pasado primero de julio cuando fue arrollado por la moto al cruzar la calle en el sector de la loma de Monserrate, oriente de Neiva. Según Diana Cabrera, hija de Libardo, el diagnóstico en la clínica fue el de fracturas en la tibia y el peroné, por lo que fue intervenido. Sin embargo Cabrera, de 57 años de edad, se quejaba de fuertes dolores en la espalda y el estómago. “Tenía hematomas y decía que le dolía mucho, pero los médicos de allá no le prestaron atención a eso”, dijo la mujer. Diana manifestó que pese a los dolores su progenitor continuó internado en la clínica, de donde lo remitieron a Medilaser el pasado lunes, cuando se agravó su estado de salud. “Llegó con anemia aguda, entró en paro, lo entubaron y desde ahí no reaccionó…”, recordó la joven. Manifestó que parte del intestino lo tenía podrido, por lo que fue operado para extraer la parte dañada. “Lo pasaron a la UCI y no volvió a tener sentidos”, indicó su hija. Murió el jueves en la madrugada. Las exequias se cumplieron en la tarde de ayer en el cementerio central de Neiva. Libardo Cabrera