Los esposos Cantillo Guarín alcanzaron el ‘sueño americano’ junto a sus dos hijos, enfrentándose a una cultura e idioma diferentes. El surgir lo lograron con esfuerzo y empuje huilense. Un ejemplo de vida. Los esposos Cantillo Guarín alcanzaron el ‘sueño americano’ junto a sus dos hijos, enfrentándose a una cultura e idioma diferentes. El surgir lo lograron con esfuerzo y empuje huilense. Un ejemplo de vida. LA NACIÓN, NEIVA Luego de ocho años de estar fuera de la tierra colombiana y en especial de Pitalito – Huila, la familia Cantillo Guarín cumple con éxito el sueño americano en Canadá, siendo un ejemplo de inmigración, de superación y de vida para todos aquellos que comparten el mismo deseo. Con miedos, alegrías, sueños, nostalgia, recuerdos y deseos, partieron el 8 de noviembre de 2004 Juan Pablo Cantillo González y Martha Elena Guarín, en compañía de sus hijos Juan Pablo y Victoria Eugenia a Canadá. Con sólo cuatro maletas en donde empacaron escasas cosas, envolvieron sus recuerdos, quimeras y la suma de 40 dólares en el bolsillo, enfrentándose decididamente y con coraje al difícil proceso de inmigrar a un país con idioma y costumbres diferentes, con el objetivo de hacer realidad el llamado sueño americano. Atrás quedaron los hermosos momentos vividos con sus padres y abuelos. Listos en el avión para salir de tierras colombianas, cuenta Cantillo González que “mis hijitos y mi esposa iban felices porque era su primer viaje al exterior y además sabían y tenían la seguridad que al lado de su esposo y padre jamás les faltaría el refugio, pero era yo quien llevaba la procesión por dentro, sin saber el camino al cual nos íbamos a enfrentar”. Con fortuna, al pisar la tierra extranjera, pudieron encontrar en Quebec los brazos abiertos de ciudadanos, puertas abiertas, y personas que les advirtieron que para lograr el éxito, además de una disciplina a toda prueba, tendrían que desplegar su voluntad, fuerza y unión familiar para lograrlo. Pero a la llegada, aunque tuvieron puertas abiertas, la limitante del lenguaje fue la piedra en el zapato. “No nos podíamos comunicar mediante el lenguaje, llegamos a Canadá como unos analfabetas: Sin saber hablar, sin saber leer y sin saber escribir, a comenzar de nuevo, a partir de cero y con solamente 40 dólares en los bolsillo”, expresó Martha Elena, esposa. Camino a seguir El primer paso fue el aprendizaje del idioma y posteriormente la obtención de la nacionalidad canadiense, prioridad de la familia, la cual obtuvieron sin ninguna complicación. Posteriormente Juan Pablo, el padre, con mucho esfuerzo obtuvo su título como ‘Conseiller en securité financier’ y fue enganchado para trabajar con una de las compañías de seguros más grandes de Canadá. Juan Pablo, al mismo tiempo de desempeñar su trabajo de asesor, estudia Derecho y Ciencias Políticas en la prestigiosa universidad de LAVAL, faltándole solamente año y medio para graduarse. Por su parte Martha Elena comenzó a trabajar con un organismo adscrito al Ministerio de Salud de la Provincia de Quebec, encargada de la rehabilitación, resocialización y recreación de niños, cargo que ha desempeñado desde hace seis años y en la actualidad adelanta estudios en Gerontología. Su hijo Juan Pablo Cantillo jr se graduó en el presente año como veterinario en el Cegep de la ciudad de Sherbrooke y se encuentra ejerciendo su profesión en una prestigiosa clínica veterinaria. Igualmente Victoria Eugenia, hija, estudia dos carreras simultaneas, la de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales y Diplomacia en la universidad Anglophona de Bishop’s University de Sherbrooke, beneficiada con una beca del Gobierno Canadiense en asocio con la ONU para realizar un año de estudios en Relaciones Internacionales en la Universidad de Ginebra en Suiza. Esta familia laboyana se ha convertido en un ejemplo entre sus conocidos, ya que ha dejado en alto el nombre de Pitalito y del Huila en tierras canadienses y son el ejemplo de inmigración, demostrando que el ‘sueño americano’ se logra con esfuerzo, sacrificio y dedicación. En la foto Victoria Eugenia, hija, Martha Elena Guarín y Juan Pablo Cantillo, huilenses ejemplo de superación e inmigración. Fotos Suministradas Juan Pablo Cantillo jr, veterinario en Canadá.