La Nación
Farc ‘esclarece’ plagio de seis huilenses 2 29 marzo, 2024
INVESTIGACIÓN

Farc ‘esclarece’ plagio de seis huilenses

Antiguos miembros del Bloque Oriental entregaron información relevante sobre la suerte y paradero de José Arbelay Losada, Reynaldo y Guillermo Cordón Herrera y los transportadores Edward Ipuz, Camilo Casas y Jesús Alberto López, secuestrados en el 2003.

 

RICARDO AREIZA

unidadinvestigativa@lanación.com.co

 

Después de 17 años de infructuosa búsqueda, la suerte del comerciante José Arbelay Losada y de los hermanos  Reynaldo y Guillermo Cordón Herrera, está a punto de aclararse. También el paradero y las circunstancias en que desaparecieron los tres transportadores Edward Ipuz, Camilo Casas y Jesús Alberto López, secuestrados por las antiguas Farc con un cargamento de abarrotes por encargo para pequeñas tienda en Meta y Caquetá.

Los seis huilenses cayeron en poder del Bloque Oriental de las Farc en el 2003, sin que se conozcan los motivos o circunstancias de su desaparición.

Según miembros de las antiguas Farc, la semana pasada entregaron a la JEP información relevante “que permitirá esclarecer lo sucedido con otros 13 secuestrados, entre ellos los seis huilenses.

“El esclarecimiento detallado de algunos casos responde a las solicitudes de víctimas y la JEP y busca entender la práctica de las retenciones por parte de las Farc-Ep en un sentido más amplio”, precisaron.

“En este sentido, el reconocimiento de responsabilidad se extiende a muchas otras víctimas”, precisó el documento en poder de LA NACIÓN.

Hasta el momento, los familiares no han sido notificados de estos aportes, que posiblemente, podrán esclarecer su suerte. “No tenemos ninguna información sobre el particular. Desde el año pasado cuando se realizó la audiencia en Icononzo, solo supimos que se avanzó en otros casos, pero nada más”, informó una pariente del comerciante Losada.

Farc ‘esclarece’ plagio de seis huilenses 8 29 marzo, 2024

Secuestro múltiple

El secuestro múltiple inició con el comerciante José Arbelay Lozada Montenegro, plagiado por el Bloque Oriental de las Farc en el Meta, el 20 de enero de 2003, horas después de haber llegado procedente de la capital huilense.

El empresario abordó en Neiva avión de Satena con destino  La Macarena (Meta), donde se proponía entregar granos y abarrotes que también distribuía en Huila, Caquetá y Tolima. Luego corrieron la misma suerte sus socios, los hermanos Reinaldo y Guillermo Cordón Herrera. Este último desapareció un mes después, a finales de febrero de 2003, en la vereda La Tunia, buscando a su hermano.

Los productos eran transportaba por tierra en varios camiones conducidos por Edward Ipuz, Camilo Casas y Jesús Alberto López, quienes también fueron retenidos, en circunstancias desconocidas, cuando se desplazaban desde San Vicente  hacia La Macarena.  Nunca regresaron. Desde entonces, sus familiares han vivido su propio calvario.

Los seis cayeron en poder del Bloque Oriental, al mando de Jorge Briceño (‘Mono Jojoy’), la estructura más poderosa de las Farc, desde que se consolidó en 1993. Congregó 36 frentes, cuatro columnas móviles y cerca seis compañías. Este bloque fue el responsable de la parte financiera, y de la mayoría de los secuestros de políticos, civiles y militares para presionar un canje humanitario por guerrilleros presos.

 

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La familia de los secuestrados, 17 años de espera.

 

Las revelaciones

El descubrimiento de las nuevas evidencias sobre el paradero de los seis opitas se hizo el martes pasado, ante la Sala de Reconocimiento de la JEP sin que se conozcan los detalles y revelaciones.

También presenta “información relevante” de otros casos, como había sido el compromiso que asumieron en una primera audiencia colectiva realizada el 25 noviembre de 2019 en Icononzo (Tolima).

En esa oportunidad 23 ex guerrilleros signatarios de los acuerdos de paz presentaron su versión colectiva sobre varios casos de secuestros.

Los ex combatientes reconocieron 11 casos representativos de secuestro en el área de operación del bloque Oriental (Cundinamarca, Arauca, Casanare, Boyacá, Meta, Guaviare, Guainía, Vaupés y parte de Caquetá), la mayoría de ellos con demandas de verdad por parte de las víctimas.

En esa ocasión, los antiguos integrantes del Bloque Oriental, explicaron y asumieron responsabilidad por múltiples secuestros.

Entre otros, el plagio y posterior crimen de los tres indigenistas estadounidenses Terence Freitas, Ingrid Washinawatok y Laheenae Gay, secuestrados el 25 de febrero de 1999. Los extranjeros fueron abordados cuando salían del caserío El Chuscal, en Cubará (Boyacá). Días después aparecieron muertos en la vía La Victoria-El Nula, en el estado de Apure (Venezuela).

También los secuestros de la candidata presidencial Ingrid Betancourt y su asesora Clara Rojas, ocurridos el 23 de febrero de 2002, en San Vicente del Caguán (Caquetá).

Igualmente, el plagio del industrial Carlos Upegui Zapata, ejecutivo de la Organización Ardila Lulle, ocurrido el 22 de agosto de 1993 por cinco hombres armados cuando salía de su finca en Cachipay (Cundinamarca). Fue rescatado en medio de un tiroteo el 24 de enero de 1994 en Mancilla, jurisdicción de Vianí (Cundinamarca).

Asimismo el plagio de Hernán Bustos Díaz ocurrido el 26 de febrero del 2000, en la vereda Los Árboles de Madrid (Cundinamarca). Sus hijos pagaron el rescate pero nunca fue liberado. Murió en cautiverio. Primero secuestraron a su tío, Luis Ignacio Bustos Rincón. Cuando lo liberaron por dinero, dejaron en su reemplazo a Hernán Bustos. Pagaron dos veces su rescate.

En la misma audiencia admitió el plagio del comerciante, Luis Alirio Mora Urrea, secuestrado por el Frente 22 en 1999. Mora Urrea, y sus hermanos Norberto, Uriel y Edna Yaneth, son los dueños de los supermercados Supercundi y Merkandrea, señalados luego como supuestos testaferros, soportado en la versión del falso testigo, Wilson Martin Rivas Bonilla,  alias ‘Muelas’.

Sin embargo, los aportes a la verdad no incluyeron la suerte de otras víctimas.  Los comparecientes se comprometieron a en recabar información sobre otros seis casos representativos adicionales que han sido difíciles de reconstruir.

Entre ellos, la suerte de los hermanos Cordón Herrera y sus tres conductores, retenidos y desparecidos hace 17 años. La segunda audiencia de ampliación se realizó el martes pasado.

 

Casos aclarados

En esta nueva audiencia, ex guerrilleros del Bloque Oriental, aportaron valiosa información sobre el plagio del empresario japonés Chikao Muramatsu, vicepresidente comercial de Yazaki Ciemel, compañía de autopartes para vehículos, ocurrido en norte de Bogotá el 21 de febrero de 2001. Fue secuestrado por la banda de ‘Los Calvos’. Luego fue ‘vendido’ a las Farc. Pedían 25 millones de dólares a cambio de la liberación, su cadáver apareció el 24 de noviembre de 2003 en San Juan de Rio Seco, Cundinamarca. Fue condenado Orlando Zárate López de las Farc y tres ex policías Pedro Antonio Sierra Ramírez, Eduardo Javier Moreno y Luis Carlos Correa Moreno, miembros de la banda ‘Los Calvos’.

Igualmente entregaron información sobre Carlos Alberto Hernández desaparecido el 24 de noviembre de 1997 en Meta, médico y capitán de la Policía Nacional quien laboraba prestando servicios aéreos Sección Antinarcóticos en la Base de Guaymaral. El oficial se desplazó hasta la capital del Meta en busca del carro de su esposa, que había sido robado. Allí se perdió su rastro el 22 de noviembre de 1997.

En la diligencia se analizó el caso de Carlos Orlando Benavides Uribe, guardián de la cárcel de San José, secuestrado junto a otras tres personas por el frente primero de las Farc, secuestrado el 28 de septiembre de 2006 en las selvas del Guaviare.

También aportaron información sobre Edwin Fernando Aguirre Zamudio, Luis Fernando Aguirre Palacios y Danilo Iván Aguirre Zamudio, secuestrados en el Guaviare en el 2006 y el plagio de la menor, Nohora Valentina Muñoz, hija del alcalde de Fortul, Arauca, Jorge Enrique Muñoz., secuestrada en noviembre de 2011.La menor fue liberada 19 días después. Los tres secuestradores fueron capturados.

La reconstrucción

Para la documentación de estos casos, se realizó un trabajo colectivo que permitió reconstruir los hechos directos, así como aportar elementos para la comprensión de muchas otras ‘retenciones’ que están siendo esclarecidas por la JEP dentro del llamado Caso 001.

“Con ellos se busca responder de manera directa a las solicitudes de las víctimas de estos casos, cuyas demandas de verdad están en la base de los documentos entregados”. Anotaron sin precisar más detalles.

Los documentos quedaron en poder de la JEP para su análisis y luego en una sesión especial serán entregados a los familiares acreditados para que formulen los reparos o las observaciones que consideren pertinentes.

“Los antiguos integrantes de las Farc han reconocido su responsabilidad en todos los casos esclarecidos y solicitado perdón a las víctimas por el dolor causado”, asegura la declaración.

“Somos conscientes de que este aporte no eliminará el sufrimiento que les causamos, pero esperamos poder resarcirlo”, anotaron los ex guerrilleros.