Un verdadero frente común tendrá que hacer la dirigencia huilense para evitar que las obras de pavimentación del Corredor Vial del Paletará terminen convertidas en un ‘elefante blanco’. Todo esto luego de conocerse que la firma ICM Ingenieros SAS, el segundo socio mayoritario del consorcio San Sebastián 064, encargado de las obras de pavimentación de la vía Isnos-Paletará-Popayán, no podrá ceder su participación accionaria tras la intervención de la Superintendencia de Sociedades.
Según la misma Superintendencia, la compañía ICM Ingenieros registra situaciones críticas de orden económico, jurídico, contable y administrativo que afectan el desarrollo del giro ordinario de sus negocios y su capacidad de pago. Además, reporta confirmadas deficiencias en sus procesos de información y graves problemas administrativos “que tienen, en conjunto, la capacidad de amenazar la existencia de la sociedad y los derechos de terceros”. En estas condiciones, la Supersociedades sometió al máximo grado de supervisión a ICM Ingenieros, la segunda mayor accionista encargada de la reactivación del Corredor del Paletará, proyecto consistente en una intervención de 14 kilómetros a un costo de $93.790 millones.
La pesadilla que está enfrentando el proyecto vial que une al Huila con el Cauca se deriva del escándalo de corrupción del anticipo de los $70.000 millones del Min-TIC, pues Emilio Tapia, uno de los ‘cerebros’ del desfalco, resultó ser también el dueño de ICM Ingenieros.
Paradójicamente, el proyecto es el mismo que el Grupo Nule abandonó después de quedarse con los recursos que le giró el Gobierno Nacional en el 2008 y una contrapartida de $30 mil millones que aportó la Gobernación del Huila.
Evidentemente, estamos ante un complejo panorama al que debe buscársele de manera rápida salidas para evitar que una obra vial que han anhelado los huilenses termine ‘embolatada’. El llamado es a que el gobernador Luis Enrique Dussán lidere un frente común con toda la clase dirigente pública y privada para lograrlo.