Con 200 años de historia, la Diócesis de Garzón congrega templos y una serie de monumentos que la muestran como la Capital Diocesana del Huila para vivir la Semana Santa. Con 200 años de historia, la Diócesis de Garzón congrega templos y una serie de monumentos que la muestran como la Capital Diocesana del Huila para vivir la Semana Santa. HUMBERTO SOSA SIMBAQUEVA LA NACION, GARZON Los cerca de 200 años de historia revelan lo que significa hoy la religiosidad católica en el municipio de Garzón y en el centro del Huila, base para que esta comunidad tenga con orgullo el nombre de Capital Diocesana del Huila, por la importancia de la Semana Santa que se comienza a celebrar hoy y el desarrollo y protección de sus templos, todos patrimonio y riqueza arquitectónica. Lo que más engalana la Semana Santa son sus procesiones cargadas por adultos profesionales y amorosos líderes de la sociedad seguidos por sus hijos, nietos y mujeres que los secundan en cada una de las noches que comienzan hoy con la procesión del Domingo de Ramos. Pero también en los últimos años el significado de los templos, con el de la Catedral a la cabeza, que se comenzó a construir a mediados de noviembre de 1882 y que ha generado gran impacto por su grandeza. Demandó en esa época 2.883.350 ladrillos y adobes, 78.328 tejas de barro, 6.900 cajas de cal e incalculables horas de trabajo, al igual que otros productos para darle firmeza a lo que hoy se levanta como uno de los monumentos más grandes del centro y sur del país, con una longitud de 67 metros de largo y 134 de ancho. La primera misa en el templo se celebró en septiembre de 1887. El reloj que tuvo un valor de 2.011 pesos, traído de Estados Unidos y fabricado por una compañía Suiza, fue instalado en septiembre de 1887. Las actuales campanas, que son de especial atención, fueron traídas del extranjero, pero la mayor se fundió en Garzón y desde hace 30 años cuenta en el fondo de su altar mayor con la cruz grande que es otra de las reliquias por su tradición y contextura, al igual que la finura del crucifijo. El padre Fernando Floriano Carrera es el encargado de orientar los oficios de la comunidad. Templo de Nazareth Es otro de los templos en importancia, creada el Viernes Santo 21 de abril de 1905 por monseñor Esteban Rojas Tovar, padre de la Diócesis que surgió de la Diócesis del Tolima. Cuenta con tres naves en ladrillo y calicanto. La Nave Central está sostenida por 28 columnas estilo toscano, en toda su extensión se observan ventanales moriscos y cuenta con masas que sostienen el cuerpo central concluido con su triángulo ático al centro con la efigie del Santo Patrono San José de Nazareth, que resalta con la parte posterior del Templo con la figura del Seminario Conciliar de la Inmaculada Concepción y al frente el atractivo parque de Nazareth en donde en una inmensa piedra se levanta una cruz grande en cemento que nos invita a recordar el trabajo de lo redentoristas, que hace juego con la imagen de Policarpa Salavarrieta, colocada el 20 de Julio de 1955. Hoy esta comunidad es orientada por el sacerdote Elcias Trujillo Núñez, connotado líder pastoral garzoneño. Templo El Rosario Es el tercer templo que conforma el complejo religioso católico de Garzón y es el contemporáneo con el anterior. Fue fundado el 21 de abril de 1905, también por obra de monseñor Esteban Rojas Tovar, desmembrándola de la Parroquia San Miguel Arcángel y se llamó inicialmente parroquia Santo Domingo del Rosario. Su templo es de los más espaciosos, conformado por tres naves, pero en esos primeros años sólo se alcanzó a subir sus muros hasta la mitad y quedó inconclusa, por lo que era imposible cumplir con las liturgias y demás celebraciones, estaba pendiente terminar el frontis y construir las torres, proyectadas con apariencia de las construcciones clásicas españolas y la casa cural apenas se logró comenzar y servía de habitación del párroco de entonces. Y por ello se ordenó todo el traslado a la Comunidad San Miguel Arcángel. Luego de varios intentos y de enfrentar dificultades, en el año 1985, mediante decreto diocesano 131 del 27 de enero se le dio nuevamente vida propia a la parroquia y con la designación como párroco del actual monseñor Thomas Chala, se adelantaron las obras de terminación de la casa cural que hoy sirve a todo este sector del centro bajo de la ciudad de Garzón. Y está bajo la tutela del padre Norberto Orozco. Las nuevas Garzón no se detiene en su condición de formadora de cristianos y por idea de monseñor Agustín Sierra Losada, por los años 1993 y 1994, lanzó la idea de ampliarse hacia la parte sur y crearon la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús. Inicialmente fue el actual salón parroquial el que sirvió para oficiar misas y en 1995 monseñor Libardo Ramírez Gómez encargó al padre Efraín Polanco como su orientador. En 1997 estuvo el padre Juan de Dios Pérez, quien mantuvo la consagración y dedicación para motivar la creación de la parroquia. El primero de enero de 1998 fue creada como Parroquia por monseñor Ramírez y la erigió en honor a Santa Teresita del Niño Jesús y han pasado destacados sacerdotes que la han hecho crecer. Hoy, en manos del padre William Escobar, construye beneficios y servicios a la comunidad y en la apoca de Semana Santa desarrolla sus actividades propias. Espíritu santo La más nueva es la del Espíritu Santo, inaugurada el sábado 28 de enero de 2008 por monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, día en el que posesionó al destacado y dinámico sacerdote Carlos Arturo Rojas Castillo, quien procedía del Templo de la Catedral, desmembrada de las parroquias San José de Nazareth y El Rosario, con la conformación de nueva veredas y sectores a la nueva comunidad. Un total de 19 sectores urbanos y un amplio núcleo rural hacen parte de esta parroquia que se ha ido convirtiendo en una fuente de vida y de esperanza para amplios sectores, que han ido creciendo y proyectando una nueva etapa. Durante la Semana Mayor, los visitantes tienen en esta parroquia un nuevo motivo para visitar y crecer. Pero Garzón complementa toda su creencia y fe católica con el Seminario Conciliar María Inmaculada, que es toda una institución en este municipio con más de 100 años de haberse trasladado a esta comunidad, que es fabrica permanente de sacerdotes como le llaman. Está el Monasterio de Santa Clara que desde 1944, por idea de monseñor Gerardo Martínez Madrigal dio origen a este monumento, que el 23 de mayo de 1945 dio paso a El Monasterio del Ave María de la Comunidad de Pobres Clarisas, en donde funcionó el Colegio Diocesano y en el 1953 se inició la construcción del actual convento que fue inaugurado el 12 de octubre de 1958, conservando una de las oraciones grandes de protección a la comunidad necesitada. Allí se forman las religiosas y es la vez la empresa de fabricación de ostias, pan sagrado, recursos con los cuales se sostienen las voluntarias hermanas. Cuenta Garzón, y es bien visitado, con el Seminario de los Ardorinos, que forma religiosos y sacerdotes concentrados en la fe y atención del campo y el liderazgo rural. Con una gran estructura arquitectónica, y de gran devoción el templo de Monserrate en la parte alta de la ciudad en donde miles de feligreses suben y bajan el Viernes Santo para dar gracias al Señor Caído y mantiene una devoción ferviente y permanente en el templo del Divino Niño de La Jagua, con una de las acciones más antiguas de la fe católica. Todo esto con el Palacio Episcopal que cuenta con una gran conservación, mantienen viva la fe, la esperanza y desde este Domingo de Ramos son fuente de la concentración de la Semana Santa, convertida desde hace varios años en el epicentro de turismo religioso que despega toda una enorme actividad cristiana. Fotos Humberto Sosa S. 
El Templo San Miguel Arcángel, sede de la Catedral, fue iniciado a construir en 1.882 y conllevo para su conclusión 2.883.350 ladrillos y adobes, 78.328 tejas de barro y 6.900 cajas de cal. La Cruz del Altar Mayor tiene más de 30 años de construida.
