Me llamó la atención ver a los miembros de las FARC, armar todo un barullo, o, un escándalo por el solo hecho de que el vicepresidente Germán Vargas Lleras fuera a Cúcuta a entregar unas casas, y, dentro de su discurso dio a entender, o, dejó muy claro, que las mismas deberían ser sólo para los cucuteños, o, connacionales habitantes de larga data en ese territorio; cuando dijo que no deberían ser entregadas a los “venecos”, fue muy claro.
Pero la palabra veneco no es ofensiva. Sin embargo los “superdotados neuronalmente” de Maduro y “sus duros” que son otros criminales narcoterroristas, violadores de la Constitución y la Democracia en su país, de inmediato, como son “tan originales”, decidieron salir a protestar y mandar notas a la cancillería en calidad de protesta por ser tratados dizque despectivamente.
Voy a la costa, y allí, como a muchos del interior nos llaman, no solo rolos sino cachacos, aunque a ellos también les dicen, no solo, Barranquilleros, Samarios, o, Cartageneros sino costeños corronchos y nadie se pone bravo. En Antioquia y departamentos como Risaralda, Quindío y Caldas les dicen “Paisas” y eso es un orgullo para ellos; y tampoco nadie manda notas de protesta de las FARC. A los del Huila y Tolima les dicen opitas y ellos contestan: a mucho honor, pues ellos son gente amable, cariñosa, atenta, familiar y gente sana, a no ser de que hayan sido como en cualquier parte victimas de la violencia de los diferentes colores y facciones de tipo carnicero como FARC y paramilitares quienes han causado mucha violencia y daño mental, no solo aquí sino en todo el país.
En el sur del país están los Pastusitos, que son gente superbuena llena de amor, y a quienes si se las han montado, no solo ellos mismos, sino el resto de colombianos a punta de chistes. En los llanos están los llaneros en general y nadie se emberraca por su gentilicio.
Creo que las FARC en lugar de protestar por pendejadas deberían, mas bien, concentrarse en entregar a miles de Colombianos que tienen secuestrados y/o decir donde están los cuerpos de toda la gente que secuestraron y no aparecen.
Los del “SI” han patrocinado esa vagabundería, pues se han quedado cayados ante estas violaciones y ante el hecho de que miles de niños que están y han estado en las FARC, unos fusilados por ordenes superiores y otros muertos en combate, y no dicen nada de los que faltan por entregar.
Alguien que estudió las mafias a nivel mundial y escribió un libro, entrevistó a los de las FARC, y concluyó que eran otros narcotraficantes criminales pero vestidos de camuflados.