El secretario de Gobierno del Huila Julio César Triana y organismos del Estado presidieron un Consejo de Seguridad para verificar la situación en toda la zona de estribaciones del páramo Miraflores entre Gigante y Garzón. LA NACIÓN, GARZÓN El secretario de Gobierno del Huila Julio César Triana y organismos del Estado presidieron un Consejo de Seguridad para verificar la situación en toda la zona de estribaciones del páramo Miraflores entre Gigante y Garzón. En la reunión se realizó un análisis concienzudo sobre lo que viven las comunidades de la zona cafetera de Gigante y Garzón, enmarcadas en las regiones de Tres Esquinas, Silvania, La Vega, El Piñal, La Umbría y otras veredas de Gigante, al igual que Zuluaga y toda la extensión del área de exploración y explotación de petróleo. El secretario de Gobierno Departamental, Julio César Triana Quintero con el comandante de la Novena Brigada, coronel Juan Carlos Ramírez; el subcomandante de Policía Huila, el director seccional de Fiscalías y demás organismos conocieron de boca de los líderes del Comité Intersectorial de Defensa del Páramo y el Medioambiente la realidad que viven con la explotación de petróleo, la descomposición que se viene dando en estos municipios y la falta de mayor intervención del Estado para superar los inconvenientes. “Nos hemos propuesto cumplir una serie de visitas y de llegar con compromisos a las diferentes localidades y en ello es que estamos avanzando, como en la zona de impacto de la construcción de El Quimbo y hoy aquí en Silvania, para hacer sentir que el Gobierno está pendiente, presente y con acción definitiva en favor de las comunidades que requieren de todo el concurso de la autoridad. Escuchamos a los líderes y el fin es acoger las medidas y los proyectos del caso para adoptar soluciones en la zona de impacto”, indicó Julio César Triana. En la reunión acordaron esta semana un nuevo consejo similar en los municipios de Garzón, Gigante y El Agrado, para contemplar todo lo pertinente al desarrollo de acciones que han emprendió la mismas comunidades en la construcción de la central hidroeléctrica El Quimbo y el cumplimiento de los compromisos con todos los sectores sociales que están en la zona, y que han demandado de las autoridades competentes y organismos de control un seguimiento estricto, que hasta ahora es poco lo que han mostrado.