Arrancó el año 2012 con caras nuevas al frente de las entidades territoriales del país, gracias al modelo de descentralización democrática que arrancó en 1988 con la elección popular de alcaldes y continuó con la de gobernadores en 1992, modelo objeto de frecuentes críticas por, entre otras razones, el probable excesivo poder que concentran las dos figuras de mandato regional y local, y la aún sin estrenar figura de la revocatoria que es imposible en la práctica. Arrancó el año 2012 con caras nuevas al frente de las entidades territoriales del país, gracias al modelo de descentralización democrática que arrancó en 1988 con la elección popular de alcaldes y continuó con la de gobernadores en 1992, modelo objeto de frecuentes críticas por, entre otras razones, el probable excesivo poder que concentran las dos figuras de mandato regional y local, y la aún sin estrenar figura de la revocatoria que es imposible en la práctica. En el Huila tenemos una Gobernadora, primera mujer electa para ese lugar, y 37 alcaldes que ya arrancan hoy en firme sus tareas, la mayor parte de ellos con el compromiso de ordenar, reordenar y/o darle un vuelco al presente y destino de sus territorios. Pese a que insisten casi todos en que no tendrán “espejo retrovisor”, las tareas de empalme les indican que les dejaron la olla raspada, les comprometieron muchos recursos a corto y mediano plazo, “amarraron” nóminas o simplemente les dejaron una organización administrativa caprichosa, a la que tendrán que aplicarle otra reorganización; incluso algunos, en medio de los festejos de nuevo año, tuvieron que correr a cubrir contratos de celaduría a medianoche ayer para no dejar expósitos los inmuebles municipales por la terminación de los contratos de vigilancia. Los nuevos gobiernos en el Huila, variopintos como el panorama político de todo el país, sin una mayoría absoluta de determinado partido, tendrán de entrada una tarea compleja: acomodarse al nuevo escenario de un departamento sin las copiosas regalías que hasta el año pasado llegaron, con énfasis en los municipios petroleros, enfrentar retos de competitividad en una Colombia que hoy es objeto de inusitada inversión extranjera, especialmente en minería y las perspectivas de la puesta en marcha de los TLC, tratar de concretar los planes de agua para garantizar el más importante recurso y necesidad humana, definir el norte de sus planes de desarrollo, no descuidar la prevención de emergencias con un clima irregular, afrontar el desastroso estado de las carreteras y ejercer en serio, sin delegaciones de conveniencia, su papel esencial de jefes de policía locales para la atención y contención de fenómenos de violencia y criminalidad urbana. Y la señora Gobernadora, que en su período como Alcaldesa de Neiva enfrentó las más peligrosas situaciones que la elevaron a una especie de heroína nacional, tiene ante sí el enorme compromiso de ser líder en la recuperación de la seguridad del Huila, de una mejor percepción ante el país y de solidificar una imagen de la región como epicentro de dos de las más relevantes actividades nacionales: el turismo y el café. Sería ingenuo esperar que los nuevos gobernantes no obedezcan, en la conformación de sus equipos de gobierno, a los compromisos electorales y a las conveniencias políticas. Lo que sí debe exigírseles es buscar los mejores perfiles, tener responsabilidad política respecto de la trayectoria de sus coequiperos y, en cuanto a la Asamblea y concejos, pedirles que cedan a tanto y destructivo apetito burocrático y se concentren en el verdadero control de los gobiernos, que es su función principalísima como órganos colegiados. Lastimosamente concejales y diputados, en muchos casos, ven cumplido su papel apenas les nombran a sus cuotas. Seriedad señoras y señores, el Huila y sus 37 municipios esperan muchísimo de Ustedes. “Sería ingenuo esperar que los nuevos gobernantes no obedezcan, en la conformación de sus equipos de gobierno, a los compromisos electorales y a las conveniencias políticas. Lo que sí debe exigírseles es buscar los mejores perfiles” Editorialito Alcaldes del Huila y Gobernadora, luego de los emocionados y masivos actos de posesión, arrancan hoy en firme sus administraciones con el reto y la tarea de hacer cumplir, en la realidad, sus buenos propósitos y anuncios a lo largo de las campañas. Que la co-gestión no se transforme en congestión.