El guarda de seguridad Víctor Alfonso Rivera Valencia, al parecer, comprometido en un robo a mano armada, y en el que murió su cómplice, Carlos Alberto Mosquera Oquendo, en Neiva, quedó en libertad por vencimiento de términos. La Fiscalía le quitó el delito de porte ilegal de armas de fuego. El joven será acusado de hurto.
Rafael Rodríguez C.
En libertad y sin el delito de porte ilegal de armas de fuego en su contra, afrontará el juicio oral el guarda de seguridad Víctor Alfonso Rivera Valencia, procesado por su presunta participación en el robo de pertenencias a un joven, en el norte de Neiva.
La decisión de que quedara libre el hombre, fue ordenada por la Jueza Octava Penal Municipal de Neiva con Funciones de Garantías, luego de analizar los argumentos del abogado Jhon Jairo Clavijo González, defensor del presunto delincuente.
El profesional del derecho en la audiencia de solicitud de libertad por vencimiento de términos manifestó que han pasado 120 días contados desde que el Fiscal Primero Seccional presentó el escrito de acusación y no se haya dado inicio a la audiencia de juicio.
El argumento fue acogido por la togada luego de revisar el proceso y constatar que ya habían vencido los términos, como lo indicó abogado Clavijo González y ordenó la libertad inmediata de Rivera Valencia. “Usted recupera la libertad por este radicado (proceso), de tener usted algún pendiente judicial será puesto a disposición de la autoridad que lo requiera”, le dijo la operadora judicial a Víctor Alfonso.
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Sin el delito de porte de armas
Para Rivera Valencia, de 27 años de edad, las buenas noticias en su proceso no terminaron que la orden de su libertad por vencimiento de términos, el fiscal del caso, Juan Carlos Duran Cujar, debe modificar la acusación luego de anunciar que el presunto delincuente no será procesado por porte ilegal de armas de fuego.
La decisión de la terminación del proceso penal por el delito de porte ilegal de armas de fuego la anunció el fiscal en audiencia ante el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Neiva con Funciones de Conocimiento, el pasado 23 de enero de 2025. “Se sustentó preclusión por conducta atípica referente al delito de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones, la cual el juzgado decretó…”, dijo el fiscal Duran Cujar.
El arma que portaba, al parecer, Rivera Valencia, era traumática y no se encontraba modificada para convertirla en letal, por lo que el delito de porte no se configuró.
La preclusión del delito de porte de armas a favor de Rivera Valencia no solo origina que el caso pase ahora a un juez penal municipal de conocimiento, sino que cambie de un fiscal seccional a un fiscal local. “La preclusión genera la falta de competencia legal y funcional para seguir a cargo de la investigación y por ello se ordenó la ruptura de la unidad procesal y remitir lo actuado para ante el centro de servicios judiciales de Neiva, para proceder al reparto ante los juzgados penales municipales por razones de competencia”, explicó el funcionario.
Ahora, Rivera Valencia será procesado por la Fiscalía Novena Seccional solo por el delito de hurto calificado y agravado.
Los dos policías que lograron la captura del presunto ladrón recibieron un reconocimiento del alcalde de Neiva, German Casagua Bonilla.

La captura
La investigación contra Víctor Alfonso Rivera Valencia inició con su captura y la muerte de su compañero de andanzas, Carlos Alberto Mosquera Oquendo, pasadas las 6:20 de la mañana del pasado 26 de julio de 2024, por uniformados de la Policía Metropolitana de Neiva.
Según la investigación, dos uniformados se encontraban realizando labores de patrullaje y control por el sector de la carrera 7 con calle 69, del barrio Arboleda Real, en el norte de la capital huilense, cuando fueron abordados por parte de una mujer que les informó sobre el robo que sufrieron varias personas en el mismo sector.
De inmediato los patrulleros ubicaron el lugar de los robos y observaron as dos hombres. “Uno portaba un casco de color negro y le apuntaba con un arma de fuego a otra persona que tenía reducida en frente suyo mientras lo despojaba de sus pertenencias”, indicó el fiscal en la acusación.
Agregó que junto a Rivera Valencia y la víctima del robo, se encontraba otra persona a bordo de la Yamaha FZ de color negro, de placa FRW-99C, la cual estaba estacionada en contravía sobre la carrera Séptima con calle 69. “El sujeto de la motocicleta era de tez blanca, estatura media, presentaba camiseta de color blanco, sudadera de color azul, zapatos de color blanco y casco de color negro”.
Los dos presuntos asaltantes fueron requeridos por los policías, quienes les expresaron con voz alta la proclama “alto, Policía, suelte el arma”, siendo los uniformados amenazados por Rivera Valencia, quien segundos antes estaba intimidando a la víctima. “La persona que portaba el arma en sus manos e intimidaba a la víctima que tenía reducida, repentinamente gira en dirección hacia los uniformados apuntándoles con el arma de fuego…”.
Persecución

La amenaza de ser atacados causó que los policías reaccionaran con sus armas de dotación, lo que originó que el sujeto que los intimidó, corriendo hacia donde se encontraba esperándolo su compañero en la motocicleta, y sin dejar de apuntarle a los uniformados, sin embargo, el conductor del vehículo en su afán de huir, perdió el control de la moto cayendo metros más adelante a un lado de la vía. “La caída la aprovechó la persona que se encontraba armada, lanzándola a un costado de la vía y emprendió la huida a pie, corriendo en dirección de la calle 69”, manifestó el fiscal.
Los patrulleros lo persiguieron, siendo capturado metros más adelante luego de caer al suelo por la herida que recibió del arma de fuego de dotación de los policías. “Los uniformados, sin perderlo de vista, observaron cuando llegó hasta el sector de la calle 69 No. 5 – 64, lugar donde finalmente se desplomó y cayó al piso, siendo abordado por parte de los policiales a cargo del procedimiento de vigilancia”, recordó el funcionario judicial.
De inmediato fue capturado Rivera Valencia y trasladado a un centro asistencial donde fue atendido por los médicos de turno. Mientras que Carlos Alberto Mosquera Oquendo, quien resultó herido durante el procedimiento policial, minutos después falleció producto de las heridas que presentaba.
El fiscal sostuvo que al joven, que había sido víctima del robo de su teléfono celular, una billetera, y un bolso tipo morral color negro, le regresaron sus pertenencias, además, de la motocicleta que intentaron hurtarle los presuntos delincuentes.
Precisó que en el lugar de los hechos fueron encontrados siete celulares de diferentes marcas, dos billeteras, un bolso tipo morral, dos relojes, una navaja y la motocicleta de la víctima del hurto. “De los elementos materiales probatorios, evidencia física y de la Información legalmente obtenida, con la que se cuenta hasta el momento, cabe concluir que se encuentran reunidos los requisitos para afirmar con probabilidad de verdad que la conducta delictiva existió y se ejecutó, y, que su responsable es la persona contra quien presenta escrito de acusación”, indicó el fiscal del caso.