A partir de la fecha todas las inhumaciones que surjan en Pitalito deberán hacerse en el nuevo parque cementerio El Campanario, dado al servicio el fin de semana anterior. A partir de la fecha todas las inhumaciones que surjan en Pitalito deberán hacerse en el nuevo parque cementerio El Campanario, dado al servicio el fin de semana anterior. GERARDO VALENCIA GUTIÉRREZ LA NACIÓN, PITALITO A partir de la fecha, los deudos de los muertos que sean inhumados en Pitalito deberán hacer un largo recorrido con sus cortejos fúnebres, entre el casco urbano de la ciudad y el lugar donde descansarán en paz, al menos por cuatro años, los restos de sus seres queridos. Y es que el nuevo parque cementerio, dado al servicio el fin de semana anterior, dista unos cinco kilómetros de la parte urbana de Pitalito, muy diferente al antiguo camposanto que estaba ubicado a pocas cuadras del parque principal. El nuevo camposanto corresponde a la modalidad Jardín Cementerio, es decir, un área de terreno dedicada a la inhumación subterránea de cadáveres y restos humanos; de acuerdo a la clasificación que para estos lugares se maneja en Colombia y que internacionalmente se conocen como cementerios horizontales. Según esta reglamentación, en este cementerio no se construirán las tradicionales bóvedas, aunque sí habrá los denominados osarios, que son de carácter permanente. El presidente de la Junta de Socios de la Compañía C&C Inversiones, propietaria del Jardín Cementerio El Campanario, Jaime Ramón Endo, dijo que este espacio contará con las más modernas técnicas para el manejo de cadáveres, incluida una amplio morgue, para las labores de tanatopraxia, técnica importante para brindar una higienización, conservación y presentación de cuerpos, para velarlos con garantía de buenas condiciones por más tiempo, evitando presencia de signos de descomposición. Asimismo se contará con un horno crematorio de última tecnología, a través del cual se aspira prestar ese servicio a la región sur del Huila, y los departamentos de Putumayo y Caquetá, que antes debían acudir a la ciudad de Neiva para esa labor. El viejo cementerio Entretanto, el antiguo cementerio seguirá siendo visitado por los familiares de más de 15.000 personas fallecidas en los últimos 10 años en Pitalito y otras regiones del sur colombiano que han sido sepultadas allí, tanto en tierra como en las bóvedas, y que deberán permanecer en ese lugar sin saber el tiempo determinado. La orden del Juzgado Administrativo de la ciudad de Neiva ordena trasladar el camposanto a un lugar que cumpla con las especificaciones técnicas, sanitarias y ambientales, cosa que según el sacerdote Héctor Gabriel Trujillo Luna, párroco de San Antonio, propietaria del vejo camposanto, es prácticamente imposible. En los últimos días ha surgido el interrogante sobre qué deben hacer los propietarios de las criptas de cuyo terreno tienen títulos de propiedad, pues al parecer, la determinación judicial no tuvo en cuenta este aspecto a la hora de ordenar la clausura y traslado del cementerio. Otros afirman que en este viejo cementerio se podrá seguir sepultando cadáveres en las bóvedas debido a que estas no generan contaminación por lixiviados, que es una de las razones expuestas en el fallo judicial para ordenar su cierre definitivo.