Albeiro Castro Yépez
Cuando llega a la memoria el vocablo Matamundo fluyen diferentes momentos de la historia local, algunos relacionados con la época de la minería cuando se acostumbraba el barequeo en el río El Oro, en busca de las pepitas de tan preciado mineral; desde luego, hace presencia en la mente la hacienda ganadera momento de los latifundios y por supuesto, también llega el recuerdo de las luchas partidistas, acervo histórico que ha permitido construir el sitio de Matamundo como uno de los hitos turísticos de la ciudad, sin desconocer que la casa de la Hacienda se remodeló con el propósito de desarrollar en ella un alojamiento al servicio de los turistas que visitan la ciudad, sumatoria de valores patrimoniales en historia, arquitectura y servicios que le han significado el reconocimiento como Patrimonio Cultural de la ciudad de Neiva. Resulta oportuno mencionar la actualización de la ruta del Citytour Neiva, diseño que ha considerado una estación en la Casa de la Hacienda de Matamundo para reconocer su valor histórico y cultural, fundamentado en cinco pilares, gastronomía, arte, teatro, música y danza.
En materia gastronómica, el proyecto pretende recrear la cocina típica de la época de la Hacienda Ganadera, los tradicionales sancochos, asados, viudos de pescado utilizando leña como fuente para la cocción, desde luego, bocados autóctonos como el “Tasajo Neivano”, las frutas meladas, las segundillas, así como, los aportes contemporáneos de café y cholupa. En cuanto al arte, se apuesta por la exhibición permanente de pinturas y esculturas, en escenarios de singular belleza como los corredores perimetrales y por supuesto, los recintos de alojamiento y comedores, muestra itinerante que turistas y visitantes pueden adquirir en la administración del hotel. Igualmente, el entorno de la piscina se transforma en un escenario ideal para las presentaciones de piezas teatrales interpretando los mitos, leyendas del departamento del Huila, pero también, reconociendo sus principales sucesos históricos. En música y danza, la propuesta se enfoca en la recreación de las Fiestas Reales, recreando costumbres que hoy resulta difícil vivenciarlas, entre ellas, la corraleja y la despescuezadura de gallos.
La animación llega de la mano del bambuco tradicional, resaltando el Paso Páez y su evolución hasta llegar a lo que hoy se conoce como el “Sanjuanero Huilense”, soporte del único evento que los huilenses hemos posicionado en el ámbito nacional: el festival folclórico del bambuco, el jolgorio incluye la ingesta de anisados, mistelas, dando rienda suelta al tunar con amigos y compadres, una velada pensada para cuatro horas, enmarcada en una agenda cultural o a solicitud de las agencias de viajes operadoras de turismo local. En suma, el proyecto fortalece el propósito institucional de incluir a Neiva como un destino de turismo cultural fortaleciendo los pilares que inspiraron el Citytour Neiva.