La Nación
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Herencia Petrolera. Por: Miguel Angel Tovar.

Con el agotamiento de las regalías petroleras, valdría la pena que algún grupo de investigación evaluara a profundidad el volumen de explotación desde los años sesenta y las billonadas recibidas por el departamento y los municipios productores de petróleo Con el agotamiento de las regalías petroleras, valdría la pena que algún grupo de investigación  evaluara a profundidad el volumen de explotación desde los años sesenta y las billonadas recibidas por el departamento y los municipios productores de petróleo, a partir de la elección popular de alcaldes. ¿A dónde fueron a parar esos dineros? ¿En qué proyectos de desarrollo se invirtieron, cuántos están en funcionamiento y cuántos quedaron inconclusos o fracasaron por reiterado desgreño administrativo? ¿Qué capitales surgieron de la noche a la mañana y crecieron a merced de las regalías? ¿Cuántos bolsillos clientelistas engordaron? Cuando cualquier opita visita ciudades y departamentos que sin regalías se han transformado totalmente en pocos años, observa sus calles, avenidas, infraestructura de colegios, universidades, empresas productivas etc. compara con las nuestras y se pregunta: Sin recursos naturales como los tiene el Huila, ¿Cómo lo lograron? Tengo entendido que en nuestro departamento nadie se opuso a Betania, ni Alcanos, la Licorera y hoy ¿en qué se beneficiaron los huilenses de esas empresas o de las ventas de las mismas? ¿Fueron unos pocos los beneficiados? Y ¿Quién se opuso a los patos de Yaguarà, a Conasa, Ferroaleaciones, los juguetes de madera, los 40Mil empleos y las 3000 viviendas en Neiva, todo con plata de las regalías?…y  ¿dónde están esas maravillas? Los que contribuyeron a vender las primeras y a incumplir o abandonar las segundas, ¿no siguen orondos en el poder? ¿Todo eso no fue parte del botín de los corruptos? ¿Los que embolataron millones de pesos de regalías, que siguen sin aclararse ante la justicia, no los volvieron a elegir los opitas? Y ¿qué decir de la rosca de contratistas?  ¿Los van a cambiar? O  ¿van a seguir los mismos con las mismas? Definitivamente en nuestra región hay muchas costumbres politiqueras que tendríamos que cambiar. Tan repudiable como la desvergüenza de los políticos corruptos es el acomodamiento de ciertos personajes con la corrupción y la pasividad de una sociedad resignada a la impunidad, a los delitos contra lo público  y a tantos años de explotación petrolera, que no le dejarán al Huila màs que los huecos que contenían millones de barriles de oro negro, acompañados de la pobreza  de la mayoría, pero la riquezas de las regalías en pocas manos.