Cecilia González Villa
ceciliagonzalez@lanacion.com.co
En vilo quedó anoche la votación de las objeciones a la ley estatutaria de la JEP en el Senado de la República.
Tras una segunda jornada que se reanudó ayer a las 3:00 p.m. finalmente anoche tampoco hubo humo blanco en la búsqueda de definir la suerte de las objeciones hechas a la JEP por parte del presidente Iván Duque, cuyo panorama se enrareció en los dos últimos días.
Aunque bien temprano el tema de las recusaciones y los impedimentos fue resuelto para dar paso a las intervenciones al final las cosas se pusieron peor con el pasar de los minutos.
La jornada, como sucedió el lunes anterior, transcurrió entre discusiones y alegatos subidos de tono protagonizados entre algunos de los senadores que no dejaban de salpicar señalamientos entre ellos.
A las 9:45 p.m. el presidente del Senado Ernesto Macías ordenó que se diera paso a la votación.
Para ese momento, tras ser aprobados los impedimentos que sumaron 14, quedaron en total 95 senadores listos para votar.
El resultado quedó en 47 votos en contra de las objeciones a la JEP y 34 a favor. Sin embargo, para poder llegar a una decisión final se necesitaban 48, es decir que los defensores de la ley quedaron a un solo voto de la victoria.
El senador Gustavo Bolívar en su cuenta de Twitter señaló a su colega del Partido de la U, Maritza Martínez de haber prometido votar en contra pero a la hora de hacerlo desapareció.
La explicación del Secretario
Y es que según advirtió el secretario del Senado, Gregorio Eljach, los votos que eran necesarios para salvar o no las objeciones tenían que ser 49.
La explicación de Eljach caldeó de nuevo los ánimos en el Senado, donde los congresistas iban y venían, gritaban cada quién pretendiendo hacerse escuchar, sin éxito, mientras el presidente Ernesto Macías intentaba controlar la situación.
Pero el senador Roy Barreras, quien a lo largo de la noche tuvo varios desencuentros con algunos de sus colegas, pidió la palabra para decir que no había tal, que los 47 votos obtenidos en contra de las objeciones a la JEP sí eran mayoría puesto que había 94 congresistas aptos para votar.
Con documento en mano, Barreras leyó algunos de apartes de una sentencia de la Corte Constitucional que señalaba lo que sucedía en casos como este. Incluso invocó la Carta Política . De nuevo se reanudó la discusión.
Ante semejante panorama, Macías decidió que dadas las circunstancias había que repetir la votación. De nuevo se escucharon voces de inconformidad entre las diferentes bancadas cuyos integrantes ya comenzaban a mostrar señales de cansancio y una alta dosis de irritabilidad.
Minutos después, varios de los congresistas comenzaron a abandonar el recinto en el que durante varias horas habían discutido sin cesar, casi siempre subrayando lo mismo.
Mientras tanto, el presidente del Congreso Ernesto Macías discutía con su bancada cuál sería el paso a seguir en medio de un receso que terminó en el levantamiento de la sesión.
Es que al verificar la asistencia, se determinó que no había quorum para decidir nada porque ya pasadas las 10:00 p.m. en el Senado solo quedaban 45 congresistas.
Significaba entonces que no se podía repetir la votación como en principio lo había planteado Macías, cosa que molestó a la bancada del Centro Democrático cuyos miembros expresaron su desacuerdo con la actitud de otras bancadas.
Como el tiempo apremiaba y las cosas ya no podían cambiar a esas alturas, Macías dejó a otro congresista en su lugar, quien reanudó la sesión pero ya no había nada que hacer.
No estaban todos los congresistas, o al menos un número considerable que pudiera tomar alguna determinación. Sin embargo, las senadoras Paloma Valencia y María Fernanda Cabal insistieron en intervenir y echarle la culpa a la oposición de lo ocurrido en la noche.
Pocos minutos después, se levantó la discusión que volverá a reanudarse hoy.