Después de la tempestad viene la calma, lo que es frecuente en un mundo convulsionado como el nuestro, de picos y crisis. Es responsabilidad de los gobernantes y dirigentes del país buscar oportunidades de consensos, lo que pareció darse con La Reforma a la Salud, al acercase posiciones y partidos aliados (Liberal, Conservador y la U). Se augura mejores tiempos.
Dentro de lo unificador, se parte de la iniciativa gubernamental del énfasis en la atención primaria y medicina preventiva, con intervención sobre los determinantes sociales en los CAPS, y equipos interdisciplinarios con enfoque de salud familiar y comunitaria; fortaleciendo modelos diferenciales para la atención integral en zonas apartadas y población dispersa. Jugaría un nuevo rol las EPSs como gestoras en salud, y aseguramiento, pero sin ser el eje del sistema. Se establecerá un sistema de aseguramiento social, universal y mixto.
En la nueva propuesta de Reforma corrige el problema de la integración vertical, donde las EPSs hoy pueden tener sus IPSs que privilegian en la calidad de afiliados como en el pago de los servicios, a diferencia del viacrucis que tienen que padecer las otras IPSs (clínicas-hospitales) y la red pública en general. Se prevé el giro directo para las IPSs desde ADRES, sin la pecaminosa intervención de las EPSs.
Creer en la negociación política dentro del trámite parlamentario, valida el talante de los gobernantes en un Estado Social de Derecho.
Por ninguna parte veo el cambio estructural en los Órganos de control y vigilancia en el sector salud. Es la Supersalud, parte del problema, permite la distorsión del sistema, imponiéndose la posición dominante del actor más fuerte de la cadena, por omisión en sus facultades y permitir que este Organismo sea cooptado por la EPSs; y de ahí, que nunca han puesto en cintura a éstas para que dejen de hacer lo que se le dé en gana. Es hora, y clama a gritos, una verdadera Supersalud, ojalá corporativa, autónoma, independiente, sin injerencia política, y sea garantía del buen comportamiento de cada unos de los actores del sistema. Ninguna bondad del texto de la Reforma es suficiente para mejorar, sino transformamos el Órgano de vigilancia y control.
Quiera Dios, el proyecto de Reforma a La Salud sea exitoso, al igual que el de la pensional. Con estas dos reformas en este semestre, y un timonazo en el proceso de paz total, en donde se margine de él a las organizaciones al margen de la ley distinta a las guerrillas, tranquilizaría mucho.
Los colombianos todos, sin duda, desearían de corazón que este entorno sea así, donde ayudaría mucho a los niveles de confianza y optimismo en mejores tiempos por venir.