Con una mejor marca de 14,99 metros, lograda en 2011, Ibargüen, de 29 años, está a un solo centímetro de la barrera de los 15 metros, aunque aseguró que cambiaría esa marca por un oro olímpico, el único título grande que le falta, tras ser campeona en los Panamericanos y en un Mundial.
Nuevo reto
Hace un año se quedó con la plata olímpica, superada por la kazaja Olga Rypakova, ofreciendo la segunda medalla colombiana en atletismo en la historia de los Juegos Olímpicos, después del bronce ganado por Ximena Restrepo en 400 metros en Barcelona-1992.
"Las metas propuestas hay que cumplirlas y el objetivo es seguir trabajando. Ojalá podamos seguir contando con el apoyo que hasta ahora hemos tenido, ya que sí quiero obtener la medalla de oro en unos olímpicos", afirmó Ibargüen hace un año cuando fue plata olímpica.
"Ya alcancé una de plata, aunque mi objetivo era la de oro", insistió en Londres.
Ibargüen sueña con repetir la experiencia en el Estadio Luzhnikí de Moscú, donde escuchó el himno colombiano y vio extenderse al viento la bandera de su país, subida sonriente al podio.
Para que vuelva a sonar el himno colombiano en Rio, tiene que alcanzar los 15 metros que se le resisten.
Parece difícil acercarse al récord del mundo de la ucraniana Inessa Kravets, instaurado en 1995. La que más se aproximó fue la camerunesa Françoise Mbango, que alcanzó los 15,39 en 2008.
La kazaja Olga Rypakova, campeona olímpica en Londres-2012, es la que mejor marca tiene entre las triplistas que siguen en actividad, con 15,25, la séptima mejor marca de todos los tiempos, que la consiguió en 2010.
Grandes sueños
Afortunadamente para Caterine Ibargüen, la kazaja no tomó parte en la competición de Moscú-2012 al estar lesionada, pero en Rio-2016 estará probablemente compitiendo contra la colombiana. Ambas tienen 29 años.
Ibargüen está obsesionada con esa barrera de 15 metros que se le resiste. "Estamos trabajando para mejorar la marca", dijo en Moscú.
Prueba de sus ganas de superarse a sí misma fueron esos dos últimos saltos nulos en la final del Mundial de Moscú. Sabedora que había hecho una buena marca desde el segundo intento, de 14,85, que le acercaba al oro, en ese momento pensaba ya en lograr una buena marca y acabar con el fantasma de los 15 metros.
