Revuelo ha generado entre los creyentes de todo el planeta las declaraciones del Papa Francisco, quien repudió el negocio en que se ha convertido los servicios católicos y calificó como pecados el hecho de que algunos templos cobren por eucaristía y otros sacramentos.
Froilán Casas Ortiz, obispo de la Diócesis de Neiva, habló con LA NACIÓN sobre la difícil situación económica que enfrentan las iglesias del Huila, pese a las voces que indican lo contrario. Monseñor es obediente al Papa Francisco, pero dice que sus palabras deben ser bien interpretadas por los fieles y religiosos, para que no se vean a los sacerdotes como ricos, cuando no lo son.
¿Cómo reciben los sacerdotes del Huila el mensaje del Papa Francisco donde dice que las iglesias no se pueden convertir en negocios?
En Neiva los templos han sido construidos a base de trabajo, tamales, empanadas, bazares, además nosotros construimos y nos vamos, la casa episcopal es de la Diócesis, la camioneta del obispo es de la Diócesis comprada con la plata de los católicos de Alemania, los autos de las parroquias en una buena parte tienen la carta de propiedad de las parroquias. Vaya a ver las confesiones protestantes, allá piden el diezmo pero no critican a los pastores y apoyan con cariño todo. Yo no sé, pareciera que hubiera una diferencia entre el cristiano católico y el cristiano de otras confesiones, por eso ellos han construido tantas cosas tan rápido, porque tienen el diezmo, en ese sentido en el caso de Neiva y general en Colombia necesitamos que nos ayuden más para hacer más obras, no puede ser que no se pueda construir templos en algunos barrios porque ya el precio de los terrenos es inaccesible, hay que apoyar las obras de la Iglesia; pero aquí más bien cuando una persona da una ofrenda saca la moneda de 50 pesos. Eso es una crítica, obviamente el Santo Padre tendrá sus razones para hacerlo, pero ni más faltaba que nosotros a nivel de Diócesis estemos utilizando lo religioso para hacer mercantilismo, para hacer un estado de Jesús. Además en la Iglesia tenemos un control serio en el sentido de que evitamos la simonía como dice el texto de Hechos de los Apóstoles, que sería comerciar con lo religioso, no hacer de Cristo un mercadeo, es decir, la tentación ha existido siempre en todas las culturas pero es necesario controlarlo para que no aprovechemos el dinero para el enriquecimiento, sino para el servicio de las personas y la comunidad.
¿El Papa dijo que no había que cobrar por los bautizos, las bodas y otros servicios, que eso era pecado?
No, que tal, entonces que nos den el diezmo los católicos, imagínese si cada católico diera la décima parte de lo que gana al culto al servicio, pues no habría que cobrar nada, pero desafortunadamente nosotros no tenemos el diezmo, no es que se cobre directamente pero es un servicio, entonces ¿Cómo vive el sacerdote?, ¿cómo se sostienen los templos?, ¿cómo se pagan los empleados?, ¿cómo se paga la luz?, ¿cómo se pagan los impuestos de la misma parroquia?, ¿cómo se paga la prestación social de los pequeños empleados?, ¿cómo se pagan las casas parroquiales?; en ese orden habría que entonces cerrar, porque ¿Cómo se sostiene?, ¿en qué organización no se requiere lo económico? Yo pienso que el Papa Francisco hace una crítica en algunos lugares donde se ha hecho mercadeo con lo religioso, en ese sentido el Santo Padre tendrá la razón en decirlo, afirmar eso es muy doloroso para nosotros los ministros de Cristo, que vivimos en situaciones terribles. Yo tengo sacerdotes muy enfermos que no tenemos cómo atenderlos, la casa de Rivera, pero no tenemos un lugar para acoger a los sacerdotes ancianos que han dado su vida por promulgar el Evangelio, en el ocaso de su vida no tienen un lugar con enfermera con todos los elementos esenciales para que puedan tener una vejez y una convalecencia con condiciones dignas de un ser humano. En esa medida acabar con los apoyos económicos sería que nos acabaran a nosotros los sacerdotes, porque no habría cómo pagar tanto, con todas las normas que tiene el Estado colombiano desde el punto de vista del derecho laboral sería imposible responder a tantas necesidades que hay en las parroquias.
¿Usted conoce casos en el Huila donde se hayan presentado abusos en los cobros, existan denuncias o se esté comercializando en el nombre de Dios y la fe?
No, yo en mis reuniones con el clero vivo compitiendo todo eso, por eso existe un arancel donde se estableció todas las tarifas, que establece la Comunidad Eclesiástica de Ibagué a la que pertenecemos y a la que yo hago parte, establecemos unas tarifas bastantes cómodas, es más, incluso casi insuficientes, por ejemplo por un servicio matrimonial cuesta 150.000 pesos, pero la misma pareja gasta dos o tres millones de pesos, de modo que sostener el culto no es fácil. Yo creo que controlamos dentro de nuestra realidad, no tenemos ni fiscalía, ni contraloría, ni tenemos fuerzas coercitivas para control ni nada de eso, simplemente manejamos de acuerdo a nuestras normas internas el derecho canónico, tratamos de hacer, exigir y de cumplir. Cuando ha habido abusos en el manejo de los matrimonios yo trato de corregir, de orientar y sancionar, pero que haya habido situaciones desaforadas o delincuenciales, yo creo que no ha habido, al menos en lo que llevo en la Diócesis ni tampoco en mi antecesor. Yo creo que toca leer esas cosas con mucho cuidado, porque fácilmente resultamos ante la opinión pública como mercaderes de Cristo y eso es todo lo contrario, ojalá tuviéramos en la Iglesia el diezmo, que todo cristiano católico diera el diez por ciento de lo que dieran en el mes, yo creo que tendríamos muchos más templos, cantidad de cosas al servicio de la misma Iglesia de la evangelización.
¿Lo que ha dicho el Papa va en contra de la realidad actual en el Huila?
Yo no diría eso, porque no contradigo al Santo Padre, no sé en qué contexto lo ha dicho el Papa, pero sí eso se da como mercadeo hay que censurarlo, en el caso del Huila y creo que en Colombia no ocurre eso, nosotros en general todos los sacerdotes y obispos tenemos un nivel académico bastante aceptable, con todo y eso nosotros no estamos en esa actitud de búsqueda de dinero, sino de utilizar el dinero, ojalá haya para utilizarlo en salones de catequesis, equipos audiovisuales. También en los 12 apóstoles había un ministro de finanzas que fue Judas, Cristo lo tenía, Judas era quien llevaba la bolsa como dice el Evangelio, de manera que el dinero no es malo en sí, no hay que satanizar el dinero, ojalá tengamos mucho para bien de todos, lo que hay que condenar es el abuso y la mala administración del dinero.
Al no cobrar nada como lo dice el Papa, ¿de qué van a vivir?
Nos tocaría no pagar luz ni agua ni teléfono ni los empleados que prestan un servicio, sería que nos acabaran, porque no habría otra cosa, se acabaría todo, porque no tendríamos nosotros de dónde sostenernos. Nos estarían ‘matando’, porque no habría ya de dónde trabajar, nos califican de ricos, cuando no lo somos.
Situación financiera actual de la Iglesia Católica en el Huila
Monseñor Froilán Casas aseguró que en el Huila tienen apartamentos que hay que recuperar y sostuvo que realmente a la Diócesis entran entre nueve y 10 millones de pesos por arrendamientos, que se van para los 22 empleados de la curia, que cuestan entre 20 y 24 millones de pesos al mes. “Los salarios son muy bajitos, pero es que ya un salario mínimo implica todo lo que son prestaciones de ley, está costando en Colombia casi 1’200.000 pesos mensuales. La Diócesis de Neiva hay que buscarle incluso patrimonio para en un futuro podamos tener una casa para sacerdotes mayores para que puedan estar en su vejez tranquilos y no la tenemos, ojalá haya más dinero pero bien administrado, si lo administran mal pues vamos al infierno empezando por el Obispo de Neiva”, indicó.
Los sacerdotes no son ricos, trabajan con esfuerzo por los bienes de la Iglesia.