La Nación
¡Inaceptables e injustificables! 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

¡Inaceptables e injustificables!

Francisco José García Lara

 

El pasado 4 de septiembre murieron 9 jóvenes en un CAI de Soacha, extrañamente no hubo ningún despliegue noticioso, solamente nos enteramos cuando un concejal de Bogotá hizo la denuncia.

Lo que siguió fue deplorable, el ministro de defensa minimizó la situación afirmando que era una conspiración de la oposición para desprestigiar a las fuerzas militares y anunció las inútiles investigaciones exhaustivas.

El alcalde y los concejales de Soacha hicieron su aporte, en lugar de explicar las razones de la tardanza en reaccionar ante tan graves hechos, le cayeron con todo al concejal capitalino diciéndole literalmente que se dedicara a sus asuntos.

Los medios de comunicación quedaron perplejos pues no entendían como una situación de estas había sido pasado por alto, muchos más aquellos que diariamente muestran sin pudor imágenes de sangre y violencia, que todavía no se explican como fue que no se enteraron oportunamente para sacarle jugo a la noticia.

Las redes sociales no se quedaron atrás, para más de uno eran unos delincuentes por lo que eran unos buenos muertos, otros se indignaron y manifestaron su inconformidad con el manejo dado a tan luctuoso acontecimiento, pero no pasaron de los simples lamentos.

Vinieron a continuación las elecciones en Estados Unidos y los partidos de la selección Colombia que dejaron el tema en segundo plano, la atención se concentró en los curiosos procedimientos electorales de ese país y los bizarros comportamientos del perdedor, así como en la dolorosa derrota ante Uruguay, demostrándonos que somos especialistas en anteponer lo trivial a lo importante.

Volvimos a nuestra costumbre, ante denuncias tan graves miramos para otro lado, buscamos en que distraer la atención, culpamos a otros de lo que nos pasa, porque lo que sucede en frente de nuestras narices poco o nada importa, finalmente vivimos en ese Macondo que era fantasía para Garcia Márquez, pero que para los colombianos es absolutamente real.

Los muertos seguirán siendo cifras, si son por cuenta de alguna autoridad del estado da igual, nos seguiremos matando y explicando las razones para hacerlo, nos gusta tanto que nos oponemos rotundamente a que nos cambien esa dolorosa realidad que vivimos, finalmente mientras no toque las propias puertas consideramos que los muertos son asuntos irrelevantes.

Nos cuestionamos cuando saldremos del abismo moral en que nos encontramos y seguimos soñando que los haremos de manera mágica, quizás el comienzo para dejar atrás esa absurda idea sea considerar inaceptables e injustificables esas muertes, reconociendo que los crímenes no son hechos anecdóticos y cotidianos, ni mucho menos parte del paisaje.

garcia.francisco@javeriana.edu.co