La Nación
Inadmisible jornada 1 24 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Inadmisible jornada

María Consuelo Plazas Serrato

 

El vocablo «discernimiento» deriva del latín discernere que expresa «distinguir o separar», junto con el sufijo mentum que significa «medio o instrumento». Cuando discernimos  establecemos un juicio de valor que nos permite diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal; lo lícito de lo ilícito; lo correcto de lo incorrecto.  En su sentido más amplio alude a la capacidad crítica que pueda llegar a tener un individuo para evaluar con objetividad y sensatez la actitud a seguir entre diferentes contextos, no sin antes medir sus consecuencias.

Infortunadamente los disturbios registrados en días anteriores en diversas ciudades del país tras las protestas y hechos vandálicos por la muerte violenta de Javier Ordóñez de los cuales dan cuenta ampliamente los diferentes medios de comunicación, dejan ver que la capacidad de discernimiento brilló por su ausencia, toda vez que más allá de las fallas institucionales de la Policía -órgano encargado justamente de proteger a los ciudadanos-, resulta inadmisible que ocurran procederes de esta naturaleza los que terminaron cobrando la vida de diez personas y más de un centenar de heridos, sin mencionar los saqueos y daños materiales a sedes bancarias, buses de Transmilenio, entre otros.

Lo ocurrido la semana pasada es totalmente inadmisible. Sea esta la oportunidad para sentar mi voz de protesta ante los dolorosos hechos en los que perdió la vida un colombiano más a consecuencia del abuso policial. Sin embargo es un enorme error pretender que la violencia se pueda neutralizar con más violencia. De ninguna manera, pues lo único que se consigue con ello es desvirtuar el por qué y el para qué de esta potestad constitucional. Reprochable actitud que lo único que logra es deslegitimar su alcance. 

A manera de conclusión y como acertadamente lo expresara Mahatma Gandhi: «Uno debe cultivar la fina cualidad del discernimiento que va junto con el coraje y el carácter espirituales».  Creo que ahí, precisamente, es cuando podremos ejercer correctamente nuestra libertad.