La Nación
EDITORIAL

Inquietante panorama

El delito de la extorsión vuelve a inquietar al país. El tema fue objeto de debate el miércoles pasado en el Congreso de la República por cuenta del representante a la Cámara por el Huila, Julio César Triana, quien expuso ante el ministro de Defensa, Guillermo Botero, y los altos mandos de la Policía y del Ejército, el delicado panorama.

En la época en que existieron las Farc, esta guerrilla pretendió disfrazar la extorsión como un ‘impuesto’. Muchos huilenses, incluyendo alcaldes, funcionarios, políticos, comerciantes y agricultores, terminaron accediendo a las exigencias económicas del grupo ilegalmente armado. Unos lo hicieron a sabiendas que pagando fortalecían los frentes guerrilleros y otros, presos del miedo y la intimidación, no les quedó otra alternativa. La plata de esas extorsiones terminó financiando atentados terroristas, secuestros y otros hechos horrorosos. El Huila no olvida aún los nombres de guerrilleros como ‘El Mocho’, ‘Genaro’, ‘James Patamala’, ‘Camilo’, entre otros, que llamaban a extorsionar.

Tras la firma del acuerdo de paz con las Farc, hubo una evidente reducción de los delitos en regiones como el Huila. Sin embargo, las disidencias, grupos residuales o guerrilleros que no se acogieron a ese pacto, están haciendo de las suyas, volviendo a copar espacios a punta de intimidaciones y extorsiones.

Y los datos expuestos en el debate en el Congreso, parecen corroborarlo: en el 2008, se registraron 830 casos de extorsiones. En el 2017, esa cifra se trepó a 5.532 casos. Obviamente, estos datos están muy lejos de la realidad, pues muchas víctimas no se atreven a denunciar formalmente. En el Huila, de acuerdo con el Ministerio de Defensa, hay identificados 105 grupos delincuenciales organizados, de los cuales 47 están dedicados al hurto y 12 a la extorsión.

Es urgente que las autoridades no dejen pasar por alto estas alertas y que haya un compromiso real por atacar la extorsión en todas sus modalidades.

 

“Es urgente que las autoridades no dejen pasar por alto estas alertas y que haya un compromiso real por atacar la extorsión en todas sus modalidades”