Aunque usted no lo crea, ingeniosos contratistas prefirieron pintar con brocha y vinilo las losetas que debían ser de fábrica con pigmento industrial, con resultados desastrosos, en términos de diseño urbano. Otro caso en la mira de los organismos de control.
RICARDO AREIZA
unidadinvestigativa@lanación.com.co
Insólito. Inexplicablemente, los ingeniosos contratistas pintaron con vinilo y brocha las losetas exteriores del parque ‘Jesús María Aguirre Charry’, en el corazón de Aipe, antigua capital petrolera del Huila.
Aunque parezca un chiste, en lugar de instalar las losetas prefabricadas de color azul con la pigmentación química de planta, los ‘iluminados’ contratistas instalaron losetas prefabricadas en concreto a la vista, pintadas a mano, en la propia obra con vinilo azul. No era el color original de fábrica como fue contratado, sólo lo simularon artesanalmente a brochazo limpio.
Según el representante legal del consorcio contratista, las losetas no se instalaron con las especificaciones contendidas en el contrato porque el color no correspondía al color expresado en los planos que la entidad aportó para la obra.
“Por esa razón se decidió instalar losetas de concreto en color natural y pintarlas en vinilo color azul”, explicó el contratista. ¿Qué tal?
El desastre
Las baldosas de fábrica pintadas con químico cristalizado no solo le da colorido y tonalidad propios del diseño exterior. El pigmento de fábrica es insoluble, resistente a la intemperie, conservan la estabilidad térmica, no requiere mantenimiento ni sellantes adicionales y le imprime la belleza exterior requerida en este tipo de amoblamiento urbano, que no logró.
La inexplicable chambonada por supuesto terminó incidiendo en la lúcida presentación y calidad del proyecto, hoy en la mira de los organismos de control.
Pero esa no fue el único desperfecto. Según la última evaluación técnica realizada el 19 de diciembre de 2019, los acabados del piso construidos en loseta de concreto prefabricada rayada color azul presentan desgaste prematuro. Las baldosas instaladas en la obra no corresponden a las especificaciones técnicas contempladas en el contrato.
Además, las esculturas típicas elaboradas en el muro posterior de la tarima presentan fisuras transversales y desprendimiento de algunos elementos. Y para completar, la cubierta de la tarima, se desplomó en tres oportunidades y actualmente está descubierta. El último desplome se registró el 25 de diciembre de 2017, la víspera de Navidad, lo que pudo causar una tragedia.
Sin servicio
Los dos pabellones de comidas rápidas construidos para apoyar al comercio informal están actualmente en estado de total abandono. La obra no cuenta con mínimas medidas de seguridad ni de mantenimiento periódico y no están siendo utilizados para generación de ingresos productivos, exclusivo para comerciantes informales, como estaba diseñado.
Obras gemelas
Recientemente la Contraloría abrió otro proceso de responsabilidad fiscal por la construcción de la plazoleta lúdica y el Ágora en el centro de Aipe. Las dos obras gemelas, contratadas en el mismo tiempo, quedaron inconclusas a pesar de dos adiciones presupuestales y siete aplazamientos.
La inversión ejecutada en este caso alcanzó los 3.207 millones de pesos, provenientes de regalías petroleras. El detrimento patrimonial fue cuantificado en 2.657 millones de pesos.
El proyecto fue aprobado por el Órgano Colegiado de Administración y Decisión (Ocad) el 18 de noviembre de 2015 (Acuerdo 09).
Las dos obras gemelas fueron proyectadas para mejorar los espacios públicos de Aipe, con un costo inicial de 2.787,58 millones de pesos. En tiempo récord, faltando pocos días para la terminación de su mandato, el alcalde Jesús Ernesto Álvarez adelantó el proceso licitatorio, en medio de la improvisación y falta de planeación. El 5 de diciembre de 2015 el contrato 446 le fue asignado al consorcio Único 2015 con un plazo de ejecución de seis meses.
El 23 de diciembre de 2015 fue firmado el contrato de interventoría adjudicado al consorcio Interventoría Ágora, por un valor de 181,13 millones de pesos.
El 29 de diciembre de 2015, dos días antes de culminar el periodo del alcalde saliente, Jesús Ernesto Álvarez, se firmó el acta de inicio. En ese documento se estipuló que la obra debía entregarse terminada el 29 de junio de 2016 en la nueva administración. Pero carreta. Los plazos jamás se cumplieron.
La contratación
El proyecto de remodelación del parque fue adjudicado el 14 de diciembre de 2015 faltando dos semanas para terminar el periodo del alcalde Jesús Ernesto Álvarez.
El beneficiado del contrato 432 de 2015 fue el consorcio Arcón Parque 2015. El valor fue estimado en 1.458 millones de pesos con un plazo de ejecución de 60 días. El contrato concluyó en la administración siguiente de José Sevel Castro, sin reparos por parte de la administración y está pendiente de su liquidación.
Mala calidad
Las obras contratadas para la remodelación del parque se ejecutaron en su mayoría, solo que algunas registran mala calidad, como ocurrió con las obras gemelas (Plaza Lúdica y Agora).
“La obra de mala calidad construida y la otra obra abandonada constituyen un hallazgo administrativo con incidencia disciplinaria y fiscal por un valor total de 293,28 millones de pesos”, concluyó la Gerencia Departamental Colegiada del Huila al examinar el estado de esta obra abandonada.
“Se denota ineficiencia de la supervisión, interventoría y contratista en la etapa contractual, lo que conllevó a no garantizar la calidad de obra, lo que genera que no se cumpliera con la calidad de los materiales establecidos en los estudios previos iniciales, incluso deficiencia en la planeación inicial del proyecto”, concluyó el organismo de control.
“En desarrollo del contrato No. 432 de 2015, se detectaron unos ítems con mala calidad de obra por un valor de $ 93.260.083,41 y unos ítems que a la fecha son obras en estado de abandono por un valor de $ 200.026.329,51, todo lo cual asciende a la suma total de $ 293.286.412,92”, concluyó
Presuntos responsables
La Contraloría vinculó a la investigación como probables responsables a los ex alcaldes Jesús Ernesto Álvarez López, (2012-2015) quien contrató la obra y su sucesor José Sevel Castro Tovar. Igualmente a Fabián Andrés Tovar Serrano, en calidad de secretario de Infraestructura. Los tres responderán por el daño patrimonial derivado por la no utilización y deterioro de la infraestructura destinada a la venta de comidas rápidas para comerciantes informales.
A la última administración la investigan por no haber realizado acciones para poner en funcionamiento los locales para comercio informal, totalmente abandonados.
Por las obras de mala calidad estimadas en 93.26 millones de pesos responderán el contratista Carlos Augusto Flórez, representante del consorcio Arcón, responsable de la ejecución del contrato; el interventor, Juan Manuel Medina y el ex secretario de Infraestructura (2016-2017)Ángel Harvey Cabrera Leal, quien fungió como supervisor del contrato.