Javier Cabrera
Resulta increíble que se siga hablando de intereses oculto, de no saber quien está detrás de las acciones violentas. Parece que estuviéramos viviendo desconectados del país. Es evidente, se sabe quienes quieren afectar el gobierno y su institucionalidad, se sabe quienes están detrás de esto. Pero ojo, no es la izquierda colombiana, y menos aún la derecha, buscando desprestigiar a los otros. Esa idea absurda solo busca generar caos y confusión para sembrar la desconfianza en un país donde pocos leen y menos investigan, y en donde el chisme amarillo moviliza equivocadamente a las masas en la dirección que daña nuestro país.
No pretendo decir que el gobierno no se ha equivocado, claro que ha cometido errores. Pero no es solo su culpa. El problema social de Colombia viene de décadas atrás, la desigualdad social, el hambre y la falta de oportunidades es histórica, y la manipulación de quienes llegan al poder y lo han ostentado también. Lo peor es que tanto derecha como izquierda, al momento de gobernar han demostrado que solo les interesa el poder, y no el pueblo o la gente. Estos paros, por ejemplo, vienen desde el Gobierno de Santos, en donde duraban semanas, el gobierno no los escuchaba, luego prometían lo incumplible y no cumplían, ni cumplieron. Por eso la gente esta ‘mamada’ y salió a protestar.
Pero lo anterior no significa que dejemos de poner a la luz, los verdaderos intereses detrás de lo que esta ocurriendo. Claro que la clase dirigente a dado papaya con su mal gobernar. Pero decir que existen intereses ocultos, cuando de ocultos no tienen nada. ¿De donde creen que salen miles de violentos, de otras ciudades, en cada parte a generar violencia en marchas pacificas? ¿será que la derecha o izquierda colombiana tienen como financiar semejante logística? ¿Cuantas veces el Presidente Maduro y su sequito de amigos nos han amenazado, advirtiendo que desestabilizarían nuestro país?, ¿cuantos estudios de inteligencia han mostrado la relación del gobierno venezolano con, las disidencias guerrilleras de nuestro país e incluso con el narcotráfico?. Pero acá seguimos echándonos la culpa de un lado para otro, sin darnos cuenta de que desde Venezuela nos quieren cobrar la posición radical de nuestro gobierno en contra de una dictadura.
El gobierno se ha equivocado, no escuchó y permitió que el dolor social fuera infiltrado y manipulado por Maduro y sus amigos. Pero hablar de intereses ocultos, no es cierto, son suficientemente maduros como para no verlos.